Toluca, México.- El Sistema Penitenciario del Estado de México consiguió apenas una calificación aprobatoria que podría considerarse, en términos escolares, de “panzaso”, pues obtuvo 6.22 puntos en el diagnóstico nacional elaborado por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
Fueron 12 de los 22 centros penitenciarios y de reinserción social mexiquenses los que se consideraron para el diagnóstico y de ellos cinco obtuvieron calificaciones reprobatorias con puntajes de 5.49; 5.84; 5.90; 5.74 y 5.06, que corresponden a los ubicados en los municipios de Ecatepec, Tlalnepantla, Nezahualcóyotl Bordo de Xochiaca, Almoloya de Juárez y Cuautitlán.
Los rubros calificados son: aspectos que garantizan la integridad física del interno; aspectos que garantizan una estancia digna; condiciones de gobernabilidad; reinserción social del interno y, atención a internos con requerimientos específicos.
Es de mencionar que el Estado de México se ubica entre las 21 entidades que obtuvieron calificaciones aprobatorias de entre 8.0 y 6.0 puntos, mientras que sólo tres, Guanajuato, Querétaro y Coahuila superaron los 8.0 puntos y las reprobadas, al no alcanzar los 6.0 puntos fueron Veracruz, Sinaloa, Zacatecas, Nayarit, Baja California Sur y Tamaulipas.
LLos deficiencias en los centros penitenciarios pueden ser focos o factores que propicien inseguridad, violencia, corrupción y, paradójicamente, impunidad a favor de quienes cometen un ilícito mientras están purgando una pena privativa de la libertad.
Por ejemplo, en el Estado de México, las condiciones en las penales son responsables del crecimiento de la violencia en su interior, como lo demuestra el registro de 44 asesinatos en 19 meses, así como las 26 riñas y 199 agresiones que reportaron, al menos, 316 lesionados durante 2018, de acuerdo con datos que obtuvo El Sol de Toluca vía el portal de transparencia del gobierno estatal.
De ahí que el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2018 pueda ser utilizado por los gobiernos federales y de los estados como una herramienta para hacer posible medir e identificar deficiencias, áreas de oportunidad y logros.
En este sentido, el Estado de México sólo reportó con condiciones para una estancia digna el Centro Penitenciario considerado modelo “Lic. Guillermo Colín Sánchez” de Nezahualcóyotl, además, es el único con calificación superior a 8.0 puntos.
Una de las principales deficiencias del sistema penitenciario mexiquense es la sobrepoblación como lo demuestra el Centro Preventivo y de Readaptación Social “Dr. Sergio García Ramírez” en Ecatepec, el cual cuenta con una capacidad instalada para albergar 1,926 hombres y 125 mujeres, pero cuenta con una población de 4,512 varones y 251 internas femeninas; situación que enfrentan todos los penales en territorio mexiquense.
Este panorama hace que la CNDH insista en la necesidad de diseñar y desarrollar políticas públicas que promuevan la justicia social de manera general, y la justicia restaurativa de manera específica, así como promover condiciones dignas de encarcelamiento y valorar la labor del personal penitenciario como servicio social de particular importancia.
Finalmente, el diagnóstico subraya que es de primordial importancia entender que la prisión como medida aflictiva -que causa aflicción o tristeza-, debe tener como base el respeto de los derechos humanos atendiendo a pautas de seguridad, orden y disciplina, que a su vez permitan organizar las acciones destinadas a la reinserción social.
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