La Cámara de Diputados aprobó con cambios este martes, en lo general y en lo particular, un dictamen que reforma la Ley Federal del Trabajo y de la Ley de Seguro Social en materia del trabajo doméstico.
El proyecto de decreto fue votado en un solo acto y obtuvo 434 votos a favor, 0 en contra y 0 abstenciones.
Los diputados aceleraron los trámites legislativos para discutir y aprobar estas reformas.
Con esto, se establece que las trabajadoras del hogar ganen arriba de dos salarios mínimos vigentes y cuenten con prestaciones como vacaciones, prima vacacional, pago de días de descanso, acceso a la seguridad social y aguinaldo.
El dictamen señala que la afiliación al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) será obligatoria y en una primera etapa se plantea la meta de inscribir a 400 mil trabajadoras del hogar, las que podrán disfrutar de servicio médico, guarderías y las demás prestaciones que otorga ese organismo tripartita, entre ellas la protección de maternidad.
Para la fundamentación del dictamen, la diputada Martha Tagle de Movimiento Ciudadano explicó que estas reformas tienen el fin de que las trabajadoras domésticas tengan los mismos derechos que aquellos sectores que se desempeñan en oficinas o fábricas.
En la sesión, la diputada Margarita García del Partido del Trabajo (PT), apuntó que de 2.4 millones de personas que laboran en al menos dos millones de hogares en México como trabajadoras domésticas, el 95 por ciento son mujeres. De ellas, 92 por ciento no cuentan con seguridad social.
La minuta, que fue aprobada en el Senado de la República el pasado 23 de abril, indica que el trabajo del hogar deberá fijarse mediante contrato por escrito, que incluya, entre otros, la remuneración, el método de cálculo de la misma y la periodicidad de los pagos.
Este también deberá incluir las horas de trabajo, las vacaciones anuales pagadas y los períodos de descanso diario y semanal, así como el suministro de alimentos y alojamiento cuando sea necesario.
En el caso de los alimentos destinados a las personas trabajadoras del hogar deberán ser higiénicos y nutritivos, de la misma calidad y cantidad de los destinados al consumo del patrón.
Los cambios a la ley prohíben solicitar constancia o prueba de no gravidez para la contratación de una mujer como trabajadora del hogar y despedir a una persona trabajadora embarazada, y de ser el caso, el despido se presumirá como discriminación.
Más temprano, durante la discusión en la Comisión del Trabajo de la Cámara baja, el dictamen tuvo modificaciones.
Los diputados agregaron que “en el caso en el que la trabajadora habite en el domicilio en donde realiza sus actividades y preste sus servicios para una sola persona, deberá garantizarse que el espacio en donde pernocte sea seguro”.
Se añadió que “en caso de que la persona empleadora requiera que la trabajadora del hogar utilice uniforme, el costo de los mismos será a cargo de la persona empleadora”.
La Cámara baja también informó que se acordó que el Senado avalará estas modificaciones al decreto este mismo martes, y que se enviará de inmediato al Ejecutivo.
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