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jueves, 10 de enero de 2019

Se cumplen 30 años de la aprehensión del todo poderoso líder del sindicato petrolero, Joaquín Hernández Galicia “La Quina”



El 10 de enero los mexicanos tuvieron que conformarse con la compra máxima de 30 litros de combustible por vehículo, norma que dictaminó Alfredo Mena, presidente de la Unión Nacional de Gasolinerías, ante las posibles compras de pánico que se esperaban por la detención del líder sindical de PEMEX, Joaquín Hernández Galicia, La Quina.
Sin una orden de aprehensión, Hernández Galicia fue arrestado a las 9 de la mañana del 10 de enero de 1989 en Ciudad Madero, Tamaulipas acusado de los delito de homicidio calificado, acopio y almacenamiento de armas para uso exclusivo del Ejército, evasión fiscal por más de 3 mil 500 millones de pesos y por atentar contra la seguridad nacional.
A pesar de los cargos hubo quienes dijeron que la detención fue a causa de un arreglo de cuentas entre el presidente Carlos Salinas de Gortari y Galicia, debido a que este último se manifestó a favor de Cuauhtémoc Cárdenas durante todo el período electoral.
La Quina fue trasladado al Reclusorio Oriente de la Ciudad de México junto con 19 detenidos más, entre ellos Salvador Barragán Camacho, secretario general del sindicato.
Las consecuencias no se hicieron esperar, varias poblaciones se quedaron sin reservas el mismo día debido al paro generalizado en toda la República en protesta por la detención de su líder, dejando de laborar cerca de 87 mil 500 petroleros en Veracruz, Tabasco, Tamaulipas, Reynosa y Tula. Asimismo, la Sonda de Campeche suspendió la producción de crudo que equivalía al 65 por ciento del total nacional.
Al grito de "ni gas ni gasolina, libertad para La Quina”. Cerca de 20 mil personas procedentes de distintos puntos de la República se manifestaron ese día en el Zócalo capitalino.
Aunque existió una declaración en la que La Quina aceptaba la culpa de los cargos que le imputaban, siempre manifestó que lo habían obligado, con amenazas. El Ministerio Público Federal lo encontró culpable y le dictó una sentencia de 35 años, misma que fue apelada por La Quina con lo que logra que disminuyeran la sentencia a 13 años.
Entre las propiedades de La Quina en Tamaulipas están, 30 edificios en Tampico, 30 granjas "proletarias", más de 134 tiendas populares, 300 carros tanque y una flota naval de 15 unidades y cien millones de pesos en el banco. También patrocinó obras públicas como decenas de puentes, caminos, urbanización y servicio a tres colonias populares y cinco municipios.
La Quina salió de la cárcel a las 18:30 del 16 de diciembre de 1997 bajo los términos de "libertad preparatoria", lo que implicaba que estaría bajo control de la autoridad judicial según los términos del artículo 84 del Código Penal para el Distrito Federal en materia de Fuero Común.


HOY SE CUMPLEN 30 años del famoso “quinazo” y la duda es si Andrés Manuel López Obrador, en ese sentido, seguirá los pasos de Carlos Salinas de Gortari dando un golpe espectacular en el arranque de su gobierno.
HACE tres décadas fue la aprehensión del todo poderoso líder del sindicato petrolero, Joaquín Hernández Galicia; y ahora todo está puesto para que el Presidente se luzca contra el robo de combustible. AUNQUE López Obrador ha insistido que en su gobierno no habrá “cacería de brujas”, hay quienes creen que, de un momento a otro, podría anunciar la captura de los responsables del huachicoleo.
De otra forma no se entendería la toma del Ejército y la Marina de las instalaciones de Pemex, el cierre de ductos y el caos por el desabasto de gasolina.
EL NUEVO GOBIERNO, si quiere ser tomado en serio, está obligado a dejar de hablar de los huachicoleros como si fueran duendes malignos. O le pone nombres y apellidos -y carpetas de investigación- al asunto o corre el riesgo de quedar como débil, desordenado y sin interés de combatir la corrupción y la impunidad.
BUENO y a todo esto de la crisis gasolinera del gobierno, ¿no sería bueno que hablaran los técnicos de Pemex? Tal vez si las explicaciones las diera, por decir algo, el encargado de distribución de Pemex, la sociedad estaría mejor informada y Rocío Nahle, Jesús Ramírezy Octavio Romero Oropeza y el propio Presidente no andarían hechos bolas con tantas versiones contradictorias.
Un mexiquense, una chilanga y un hidalguense suben al estrado... y no es un chiste.
Pero vaya que tiene su chiste el proyecto para crear, por fin, la Ley de Desarrollo Metropolitano que presentaron Alfredo del Mazo, Claudia Sheinbaum y Omar Fayad.
La iniciativa va apadrinada por el secretario Román Meyer y pareciera que ahora sí, como sucede en las grandes zonas metropolitanas del mundo, se le quiere dar una visión integral al Valle de México, pues los problemas de transporte, inseguridad y vivienda no saben de límites fronterizos.
Como dominan a la perfección el inglés, los embajadores y cónsules se quedaron con cara de “What!” cuando escucharon a Andrés Manuel López Obrador decir que no se necesitan organismos de promoción como Proméxico, porque países como Francia o Alemania no tienen algo similar.
Pero resulta que los alemanes tienen la GTAI, en tanto que a los franceses crearon Business France, precisamente para promover a sus empresas y atraer inversiones... como lo hacía Proméxico

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