Toluca, México.- El Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMyM) no está “enfermo”, afirma el director de este organismo, Alberto Peredo Jiménez.
Para el funcionario, la nueva Ley estatal de Seguridad Social obedece a la presión financiera propia de todos los institutos de seguridad social, sin embargo, aclara que los empleados estatales y municipales, así como los maestros que cotizan en el ISSEMyM, seguirán jubilándose con las mismas reglas, pues no se modifica la edad, ni la antigüedad para jubilarse.
“Quiero decirle a la comunidad derecho-habiente que sus derechos están intactos y por ende les pido que no se dejen engañar, la ley es para beneficio y permitirá al instituto ser el mejor sistema del país”, puntualiza.
Con la citada Ley, aprobada el 25 de julio por la mayoría del PRI y sus aliados en el Congreso local, quienes comiencen a cotizar ante dicho instituto utilizarán cuentas individuales manejadas por administradoras de fondos para el retiro (Afores), y quienes actualmente ya laboran como servidores públicos podrán migrar a ese sistema o continuar con el mecanismo de las pensiones vía una cuota solidaria que va un fondo colectivo.
Peredo Jiménez descarta que dicha modificación implique privatizar las pensiones. “Cada quien cotizará y escogerá a la empresa de su gusto, y eso les dará seguridad jurídica y financiera a los derecho-habientes”, expresa. No obstante, explica que a la fecha las pensiones ya las maneja una empresa privada.
“Las pensiones ya están manejadas por una empresa privada, simplemente ahorita se tiene una afore general para los 375 mil trabajadores del sector público, a partir de enero del 2019 quienes ingresen a laborar tendrán su cuenta individual”, dice.
Afirma que la nueva legislación es una decisión 100% técnica que tiene diversos componentes financieros, de salud, y de prestaciones a los trabajadores del sector público del Estado de México, la cual le dará sustentabilidad financiera al ISSEMyM en el corto y mediano plazo.
Si se mantiene una ortodoxia financiera, incluyendo un control del gasto, comenta, le permitirá al ISSEMyM por los menos ocho años de viabilidad financiera.
“Lo que sí quiero aclarar es que el ISSEMyM está sano, no está enfermo, y es una necesidad de que los institutos de seguridad social tengan que renovarse”, Estas modificaciones, detalla, implican un ajuste de cuotas donde se le carga al trabajador un 3.5% más y un 6.5% a los patrones, así como el mudar a las cuentas individuales.
Así, quienes a partir de enero de 2019 sean contratados por el gobierno mexiquense o los ayuntamientos tendrán su cuenta personal e individual en el banco y Afore de su libre elección.
“Esto se hará porque la cuenta global de 2019 para atrás, tiene presiones financieras importantes”.
La presión financiera, subraya, tiene su origen en que la salud se va encareciendo, aunado a que la expectativa de vida se incrementa.
“Esta nueva ley es un acto responsable, esta ley permitirá solventar las obligaciones financieras y de buen servicio de salud que tiene el ISSEMyM”, añade.
Pero reitera que no se modificarán, ni las edades, ni la antigüedad de los derecho-habientes, toda vez que se seguirán jubilando en los mismos términos y con las mismas reglas de la ley anterior, es decir, a los 62 años de edad.
Las modificaciones, apunta, también permitirán que el ISSEMyM asuma nuevos compromisos en materia de salud para cambiar de un modelo de atención curativo a uno preventivo, además de que se creará un fondo especial y permanente para préstamos personales e hipotecarios, mismo que no dependerá de la disponibilidad presupuestal.
Otra ventaja será la portabilidad, pues los años de trabajo acumulados en el ISSEMyM podrán ser válidos cuando el derechohabiente decida emigrar a un nuevo empleo, ya sea en el sector privado o en otras instancias como el gobierno federal.
“Antes si un trabajador emigraba del ISSEMyM a otro sistema de seguridad social como IMSS e ISSSTE, perdía sus derechos laborales, ahora con esta nueva ley no será así”, señala.
De no aprobarse una nueva Ley, considera el director de dicho instituto, tarde o temprano se iban a caer los servicios médicos, bajaría la calidad de los servicios, la infraestructura y habría hasta recortes de personal.
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