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miércoles, 22 de noviembre de 2017

Deslindes Zozobrará el Frente Ciudadano

Fuera de sus buenos deseos para con la nación ocultos en argucias de charlatán y fuera también de las ambiciones para beneficiar a sus propios intereses y clanes dominantes, los cabecillas del Frente Ciudadano por México (FCM) debaten con disimulo y, por decirlo más llano, conspiran a espaldas de las militancias de sus partidos PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, sobre cómo engañarlos a su gusto para imponer a sus candidatos a la Presidencia, a la jefatura de gobierno de la Ciudad de México y otros puestos, con amañes entre las cúpulas mafiosas y algunas pinceladas burdas y ramplonas con que confían pintar de democracia un proceso interno de selección con visible tinte fraudulento y, por lo demás, condenado a estallarles en sus estafadoras manos cuando intenten fundir, por un solo cauce de aguas revueltas, en una misión imposible, a todas las corrientes de derecha e izquierda como si fueran el agua y el fuego, con esta nueva versión del dedazo de oposición que alistan y afinan para favorecer a politiquillos sin brillo ni talento ni menos ideas y, por último, desilusionar a ambos polos irreconciliables de esta descabellada alianza entre – diría Marx -- cristianos persignados y ateos come niños, pastoreados al día de hoy por la codicia de sus santones, vivillos ansiosos de arrimarse más poder y riquezas manipulando la buena fe de los ciudadanos a través de las farsas.


Si bien les va a quienes creen ser demócratas herederos de Francisco I. Madero entre sus huestes, después que amarren acuerdos a escondidas para designar candidaturas de seguro cuestionables, como se ve en el abanico de aspirantes con colas de lagarto que se han dado baños de pureza sólo con palabrería, estos ilustres pícaros ladinos caciques de esos partidos atravesarían otras aguas más profundas y caudalosas, a riesgo de hundirse con su avaricia, como la odisea de lograr convencerse entre sí y a sus impredecibles y astutas bases sobre las bondades y encantos del personaje que coronen para contender por la Presidencia de la República y, al final de esas turbulencias, resbalarían como en casa del jabonero al momento de ofrecerse ante los electores, falsedades en mano, como un movimiento que nada tiene de Ciudadano ni nace por México, a menos que confundan a priístas renegados tipo Manceras, farsantes Broncos dóciles, Anayas ex priístas y otras yerbas más, con aquella sobada bandera con la cual el jefe de gobierno y la esposa de Felipillo El Pequeño Calderón, Margarita Zavala, la despechada tránsfuga panista, navegan entre tiburones sin salvavidas ni proyecto, asidos hasta con el rebozo y el médico en casa a la angustiosa esperanza de ganarse simpatías con sus disfraces de locura, a tono con pasajes del Lobo Estepario, de Hermann Hesse (donde el precio de la entrada es la razón), para que alguien pueda creerles y confiarles la Candidatura Ciudadana.

Todos los personajes de la palestra, con antifaces de oposición, han sido durante este sexenio de ineptitud y corrupción, de inseguridad y violencia, de pobreza y desigualdad, meras veletas útiles al servicio del clan en el poder y su nuevo PRI, a veces dando lástima, convertidos en sumisos pajes de compañía para votar leyes dañinas a la ciudadanía, a los empresarios u otros sectores, a cambio de enlistarse en el carril de los favores personales y de grupos y de canonjías y corruptelas para socios, o para acomodarse en altas posiciones de la burocracia mediante el reparto entre afines de su partidocracia desde magistraturas hasta consejerías que en teoría vigilan a los pillos, las cuales debieron recaer en personalidades de imparcialidad y rectitud a toda prueba, para juzgar a los contingentes de descarriados, a funcionarios ladrones, a contratistas cómplices de las altas burocracias a quienes controlan con diezmos o tajadas del pastel jugosas como las apetecían los clanes de los Alemanes, Salinas y Foxes-Calderones, enriquecidos sin más esfuerzos que tomar lo ajeno, engolosinarse con los dineros de los mexicanos.

Ahora por ejemplo que viene andando el señor López Obrador otra vez con fuerza y poder, arrastre y promesa de triunfador con su Morena, el nuevo basurero sui géneris de los partidos donde cabe todo el desecho así sean Korrodis o Gordillos con todo y yernos y ganapanes del magisterio y otros vividores de la política, hábiles para brincar de un trapecio de circo a otro como jaurías hambrientas de posiciones y talegas de dineros u oficinas donde embolsarse tesoros públicos, ahora que está más cerca la posibilidad ilusionada por años de irse a vivir a Los Pinos vuelven a fundirse los miedos y vendettas, los odios y rencores de las mismas raleas oficialistas y opositoras para desbocarlo en su carrera de paso firme con todo su lastre de lidercillos de dudosa reputación en huida como de romería otros partidos y, con un poco de fortuna, enredarlo entre sus clásicos desplantes y soberbias de emperador y cóleras homéricas que, por tradición, desgastan y empequeñecen su figura antes de cruzar la meta: vuelven a acosarlo, al de Nacajuca, con una serie de ataques en conjunto o difamaciones y alianzas entre aquellas mafias de la partidocracia para sacarlo de los reflectores que anuncian cambios insospechados para las mentalidades rústicas del decadente sistema político mexicano, cuyo fin surge a la vista y como símbolo de esta realidad en este momento va de salida un Presidente con un portentoso imán para atraer el repudio de 93 por ciento de los mexicanos y los deseos ciudadanos de cambiar todo, según encuestas recién horneadas entre el calor y la rabia de la población.
A los restos mortales del PRD, un auténtico cadáver ambulante, convenía oxigenarse con el aliento y calor quemante de la derecha formal, es decir la panista, para buscar la sobrevivencia, congratularse con el clan en el poder y el nuevo PRI y escudarse juntos de los embates de López Obrador y Morena, arriando banderas progresistas, un costo suicida y vergonzoso para cualquier izquierda de veras, para volverse al final de esta tragicomedia otro Partido Verde a la cola y caprichos del PAN y enfilarse con la loca ambición del señor Mancera de ser candidato presidencial aunque sepa que por esta vez su suerte le ha dado la espalda y encontraría, de ganarle la partida a Ricardo Anaya, dictadorcillo panista, muchos problemas para ganar al menos su casilla en una ciudad de México envuelta en la corrupción de sus autoridades y funcionarios y burocracias de todos los niveles como nunca en la historia, con altos índices de violencia e inseguridad y con un pujante crimen organizado que nubla la vista gorda del gobierno a billetazos.

A los nuevos caciquillos del PAN, capitaneados por las ansias perversas de un Ricardo Anaya con arranques dictatoriales tras enloquecer con la idea de ser el candidato a la Presidencia, caro les pagará el destino haberse atrevido a cerrarle el paso a las desmesurada ambición de la esposa de Calderón de volver a soñar en Los Pinos, al arrullo de las ardillas, la película de cómo colocar a la numerosa familia paniaguada en empresas, negocios sin transparencia y concesiones trágicas como albergues infantiles tipo ABC de Hermosillo – donde murieron más de 50 niños tras un descuidado o intencional incendio durante el calderonato y, gracias a la impunidad, la parentela salió ilesa --, o simular con fintas cierta independencia del clan de Peña Nieto, porque el gobierno ya les arrebató los votos de servidumbre de los cinco o seis “ senadores rebeldes” de Acción Nacional fieles a la señora del rebozo y, con la venia de Felipe El Pequeño, ya votan con la línea de su nuevo guía moral y usuario frecuente y de oquis de aeronaves del Estado Mayor Presidencial para irse a jugar golf con Peña Nieto, sí hablamos del señor Emilio Gamboa Patrón, quien con solo tronarle los dedos a su rebeldía consiguió con sus cinco sufragios echar abajo el candado que prohibía a los militantes y dirigentes de partidos aspirar a ser Fiscal General y abrirle las puertas a un incondicional que, como el bufón de Virgilio Andrade, taparía las andanzas de los hombres en el poder por entre el lodazal de la corrupción.

Ni Anayas ni Manceras ni menos Morenos Valles ni Zavalas reúnen todos juntos sabiduría y certidumbre, ni traen a la vista un proyecto viable como para encabezar un frente amplio y menos ciudadano y, para los desmemoriados, quien piense entre los manipuladores de esos partidos dizque opositores al gobierno que, para ir en busca del poder, hermanarán en ideales a los defensores del aborto y de los matrimonios gay con los católicos radicales asiduos a la misa dominical, toparán con pared y alimentarán divisiones y desbandadas en cuanto los grandes electores mandamases de la trilogía de partidos consuman la parodia o vodevil político y señalen con el dedo, al modo priísta, a los favoritos de los modernos césares con una encuesta que elaborarán, acaso con la asesoría de López Obrador y su equipo de consejeros encabezados por Claudia Sheinbaum y el camaleónico tránsfuga de partidos Ricardo Monreal, para que nada les falle e impongan la bendición a los suyos.

Detrás de los titiriteros de la fantasía conocida por el nombre de Frente Ciudadano por México, vinieron empujando con fuerza los empoderados en el gobierno en su generoso auxilio para minar a López Obrador en su avance entre la ciudadanía, hasta que el arranque con cierta enjundia y signos de convencer a algunos despistados como a personalidades del gremio de “los abajo firmantes”, infundió algo de preocupación a las cúpulas del poder al sentirse rebasadas y, en aparente recule, ordenaron a medios periodísticos serviles la consigna de atacarlos con filtraciones sobre supuestas corruptelas de los lideres Ricardo Anaya y Alejandra Barrantes, del PAN y PRD, aunque en el fondo todos comparten la esperanza de frenar al tabasqueño, evitar su arribo a la Presidencia y garantizar que continúe alegre y fogosa la corrupción y la impunidad en el gobierno, o si hubiera un cambio ruegan que fuera a modo del gatopardismo para que todo siguiera igual.

Ya es tarde para convencer militancias y vencer adversidades con una estrategia que pudo ser en su tiempo eficaz para el nuevo PRI y sus aliados del FCM en sus intenciones aviesas de ahogar a López Obrador y su proyecto maravilloso, como la de dividir para unir, con cautela y astucia, porque a la vuelta de la esquina les esperan las desbandadas, cuando usen los dedazos y ya nada importe…

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