El líder de Morena dijo que las acusaciones contra Salgado son la "reedición del caso de Eva Cadena"; agregó que "están muy nerviosos por el crecimiento de Morena, pero yo les diría que se tranquilicen, que se calmen”.
CIUDAD DE MÉXICO.- Andrés Manuel López Obrador afirmó ayer que el caso de Tláhuac es una guerra sucia que la ‘mafia del poder’ utiliza para ensuciar a Morena. “Es la reedición del caso de Eva Cadena”, detalló.
El presiente nacional de Morena apuntó: “Es parte de la guerra sucia, quieren reeditar lo de la señora Eva Cadena, están muy nerviosos los de la mafia del poder, están muy nerviosos por el crecimiento de Morena, pero yo les diría que se tranquilicen, que se calmen”.
Aseguró que “rumbo a los próximos comicios federales, el PRI, el PAN, el PRD y los partidos minoritarios buscan unirse para atacar a Morena. Harán una alianza total en contra de Morena”.
Los que sí salieron a defender directamente al jefe delegacional Rigoberto Salgado, fueron la dirigencia de Morena en la Ciudad de México, así como sus diputados locales y jefes delegacionales.
En conferencia de prensa celebrada en la Asamblea Legislativa, Martí Batres, presidente de Morena en la capital, manifestó su apoyo a Salgado, y aseguró que “los problemas de inseguridad que padecen los vecinos de aquella demarcación son responsabilidad única del jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera, porque de él dependen tanto la Secretaría de Seguridad Pública como la Procuraduría.
“En ninguna de las 16 delegaciones, los titulares de éstas tienen control de los cuerpos policiacos, ni de los uniformados ni de los agentes judiciales, pues están a cargo de dependencias controladas por la Jefatura de Gobierno”, apuntó.
LO QUE DICE LA LEY
De acuerdo con la Ley Orgánica de la Administración Pública del DF, emitida por Cuauhtémoc Cárdenas en 1998, se señala que es obligación de los jefes delegacionales formular y ejecutar el Programa de Seguridad Pública de la delegación, establecer un comité de seguridad pública, ejecutar políticas generales de seguridad establecidas por el jefe de Gobierno y presentar informes o quejas sobre la actuación de miembros de los cuerpos de seguridad.
Así, acompañado por los jefes delegacionales de Azcapotzalco, Pablo Moctezuma; de Tlalpan, Claudia Sheinbaum, y de Xochimilco, Avelino Méndez, además de diputados locales de la fracción parlamentaria de Morena, Batres dio a conocer documentos que comprueban que Salgado sí solicitó la intervención del Gobierno de la ciudad para atender el fenómeno de la delincuencia.
Batres entregó copia de un escrito dirigido al jefe de Gobierno, fechado el 8 de agosto del año pasado, en el que, en 15 puntos, le plantea varios problemas de Tláhuac y le solicita su intervención, relacionada con la solicitud de que se envíen más elementos policiacos, más patrullas y que se preste mayor atención a diversos focos en donde la delincuencia había mostrado mayor crecimiento.
Presentó otro escrito, también dirigido a Mancera, de fecha 7 de octubre de 2016, en el que nuevamente manifiesta su preocupación por la poca atención en seguridad.
Salgado envió al menos 7 escritos más (9 y 17 de noviembre, 20 de diciembre, 24 de abril, 4 y 9 de mayo y 13 de junio) en los que pedía la intervención de Mancera para asuntos relacionados con la seguridad pública de Tláhuac.
“Sin embargo, dijo Batres, casi todas estas exigencias fueron pasadas por alto y la mayoría ni siquiera fueron atendidas”.
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