La complejidad del marco regulatorio en México ha sido un obstáculo al establecimiento y operación de las empresas productivas en el país, y hacia adelante el reto está en que las entidades federativas incorporen disposiciones similares a las de la Comisión Federal de Mejora Regulatoria para institucionalizarlas y blindarlas de los procesos políticos locales, advirtió el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
Al destacar la relación directa entre la forma en cómo se regula la actividad productiva y económica y el crecimiento de una economía, el centro de análisis señaló que un marco regulatorio excesivo, inflexible o sesgado hacia algún sector, que resta dinámica para abrir un negocio, aplicado con discrecionalidad y que exige demasiado papeleo, desincentiva a la inversión y por lo tanto limita el ritmo de crecimiento y la creación de empleo.
“Sin duda, los datos que se obtengan en esta nueva encuesta ampliarán el entorno de análisis y la posibilidad de plantear políticas públicas específicas que contribuyan a un mejor ambiente de negocios al contar con un marco regulatorio eficiente que incentive la inversión y el empleo”, señaló el reporte.
Como complemento del trabajo del CEESP, el Inegi presentó por primera vez la Encuesta Nacional de Calidad Regulatoria e Impacto Gubernamental en Empresas (ENCRIGE).
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