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martes, 13 de septiembre de 2016
Detrás del sueño millonario …Loteriaaa Nacional
Depositar el futuro en manos de la suerte es aventurado, pero aun así cada semana miles de mexicanos compran un ‘cachito’ de la Lotería Nacional para la Asistencia Pública, con la esperanza de que la voz de un ‘niño gritón’ los convierta en millonarios.
El sueño colectivo de volverse rico de la noche a la mañana es lo que mantiene vivos los juegos de azar en todo el mundo. En México, el sorteo de la Lotería Nacional para la Asistencia Pública es el más popular, por lo cuantioso de sus premios y por su gran tradición.
La Lotería Nacional para la Asistencia Pública es un organismo descentralizado del gobierno, que se rige por una ley que es revisada cada año por el Congreso de la Unión. El objetivo de la institución es realizar una captación de recursos financieros a través de la venta de billetes y con esto impulsar el proceso de redistribución de una parte considerable de la riqueza, tanto en la creación de empleos, como en adecuada planeación para la inversión institucional en la entrega de más y mejores premios.
De acuerdo a su Informe de autoevaluación enero-diciembre 2009, sólo en dicho año se realizaron 152 sorteos, de los cuales 42 fueron de tipo Mayor, 36 Superior, 35 Zodiaco, tres Zodiaco especial, 12 Especial, tres Magno, nueve Terminación 30x30, uno de Aniversario y un Gordo de Navidad. Además se incluyeron 10 más de una nueva modalidad denominada Gordito. La emisión total de boletos del año pasado fue de 20 millones 140 mil (superando a la de 2008, donde se expidieron 19 millones 160 mil). Con estos datos nos podemos dar cuenta que el nivel de penetración y aceptación de la Lotería Nacional es enorme.
Cabe resaltar que además de dar esperanzas a los compradores, el organismo también es fuente de trabajo para miles de personas, que van desde puestos administrativos hasta los simples vendedores de ilusión: los billeteros.
PERO, ¿CÓMO FUNCIONA?
La operación de la rifa es muy simple; los llamados ‘niños gritones’ sacan de la urna el número afortunado y la cantidad que se gana. También la mecánica para participar es sencilla. Se venden 20 billetes con un mismo número, a esto se le llama serie, y a cada una de las 20 partes se le denomina ‘cachito’ o ‘vigésimo’. Para apoderarse de la totalidad del premio se debe tener toda la serie, de lo contrario sólo se recibirá la parte proporcional a los ‘cachitos’ que se posea. Por otro lado existe la posibilidad de obtener un reintegro (reembolso de lo que costó el boleto, o bien el cambio de éste por uno nuevo) cuando el billete coincide con el último dígito del triunfador.
Los juegos se realizan todos los viernes y usualmente los sábados se dan a conocer los datos oficiales (los de Zodiaco son los domingos y la publicación se hace en lunes). En el reporte citado anteriormente se menciona que la distribución de los boletos se realiza 32 días previos a cada sorteo, lo que habla de su magnífica organización.
TRADICIÓN AFORTUNADA
La Lotería Nacional tiene sus antecedentes en la época de la Colonia. El artículo 237 años de historia. Lotería Nacional en México (revista Cibelae, julio 2007), describe que el rey Carlos III y el virrey marqués de Croix apoyaron la creación de una rifa basada en las que tenían en los reinos ingleses, holandeses e italianos, dotándola de un sistema más sencillo. Así surgió la Lotería Moderna. El proyecto fue un éxito y gracias a él se brindó ayuda a diversas causas sociales.
Con el paso del tiempo el sorteo sufrió diversas transformaciones y después de la Independencia se convirtió en la Lotería Nacional de México, la primera en toda América Latina. Durante el gobierno de Porfirio Díaz, su operación permitió la conformación de hospitales, centros recreativos y culturales. Se suspendió en la Revolución, para volverse a instaurarse en 1920 con Adolfo de la Huerta, ya bajo el nombre de Lotería Nacional para la Asistencia Pública.
De 1988 a 2001 el organismo presidió la Corporación Iberoamericana de Loterías y Apuestas del Estado (Cibelae) y ocupó un lugar en la Asociación Mundial de Loterías. Fue también en 2001 que se incorporaron las ‘niñas gritonas’ ámbito que hasta entonces era exclusivo para varoncitos.
El mismo año se firmó un contrato constitutivo de fideicomiso con Nacional Financiera, S. N. C., para administrar e invertir el dinero obtenido y hacerlo llegar a diferentes programas de asistencia. Así, a pesar de que la institución no tiene posibilidades de otorgar donaciones de forma directa, de 2002 a 2004 el fideicomiso entregó 206 millones 220 mil 512 pesos a 87 asociaciones de beneficencia, destinados para apoyar 90 proyectos de ayuda social.
MÁS QUE UN JUEGO
En 2009 fue evidente que a la Lotería Nacional también la afectó la crisis, ya que se observó un decremento de tres por ciento en sus ventas. Aun así, hubo varios afortunados entre quienes se mantuvieron fieles al juego, pues se registraron 21 mil 472 ganadores de diferentes premios -por cuestiones de seguridad no se acostumbra revelar los nombres de los beneficiados, ni los montos que obtuvieron.
Asimismo, es importante señalar que gran parte de los sorteos en el país -por muy simples que parezcan- se basan en esta emblemática rifa para determinar sus resultados, por lo que este organismo sirve de guía para otros.
También es interesante saber que en la mayoría de los países existe una lotería -en algunos sitios es gubernamental, en otros particular-, regida por diferentes criterios pero con la consigna de brindar asistencia social.
¡YA GANÉ!
Si usted compró un billete y resultó ganador, apúrese a acudir a las oficinas de la Lotería Nacional en la Ciudad de México (en un horario de 9:00 a 13:00 horas, de lunes a viernes). Cuide mucho su boleto, pues será pagado a la persona que lo presente en razón de que los billetes de lotería son documentos al portador.
Desde luego, es posible cobrar su recompensa en cualquier parte del país, ya sea en el expendio donde adquirió la serie o ‘vigésimo’; si no lo pudieran cubrir en dicho lugar, le indicarán el procedimiento para que pueda hacerlo efectivo en un banco. Pero ponga atención: exceptuando los reintegros, todos los premios son causantes de impuestos (en la mayoría de los estados ascienden al siete por ciento, ya sumando el monto que corresponde al gobierno federal).
Ahora que ya sabe cómo opera este tradicional sorteo, no pierda la ocasión de seguir su corazonada y comprar al menos un ‘cachito’; usted podría ser el próximo millonario mexicano.
Correo-e: smunoz@elsiglodetorreon.com.mx
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