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lunes, 11 de julio de 2016

¿Eres una compradora compulsiva?

Si el último abrigo de piel y tu smartphone cuestan más de lo que pagas por tu alquiler que, muy probablemente, tampoco serás capaz de pagar este mes; si gastas sin mirar el dinero; si la pasión por las compras supera todos los límites… Es el momento de parar y reflexionar. Podrías sufrir oniomanía, más conocida como el síndrome de la compra compulsiva. Descubre con Doctissimo cuál es tu nivel de riesgo.
• Compra compulsiva, shopaholism, oniomanía
• Cómo identificar a un comprador compulsivo
• ¿Ganas de ir de compras o trastorno compulsivo?
• Eres un comprador compulsivo potencial si…
• Shopping, compulsión y compensación



© Getty Images
El síndrome de compra compulsiva está difundido en España y, contrariamente a lo que creemos, no es un fenómeno exclusivamente femenino. Si las mujeres derrochan su sueldo en bolsos, fulares y vestidos, los hombres prefieren los teléfonos móviles, los portátiles y los coches.
Compra compulsiva, shopaholism, oniomanía
Son muchos los términos que se atribuyen al síndrome de compra compulsiva que representa un trastorno psicológico y del comportamiento caracterizado por una propensión exagerada, y la mayor parte de las veces injustificada, a las compras. Hoy en día, el síndrome de la compra compulsiva ha entrado a formar parte de las new addictions, una dependencia "sin sustancia" en la que la compra se debe a pulsiones incontrolables capaces de interferir con la vida del individuo a nivel personal, profesional y financiero.
Cómo identificar a un comprador compulsivo
Descifrar el kit del comprador compulsivo no es fácil: los compradores compulsivos se pueden mostrar sus síntomas de manera diferente y a menudo gestionan el trastorno con la convicción de tener la situación bajo control. El comprador compulsivo, por regla general, es aquel que:
• Convive con el pensamiento constante de comprar, lo que interfiere en el desarrollo de sus actividades diarias normales.
• Siente la necesidad irresistible de comprar.
• Experimenta un intenso placer en el momento de la compra pero después aparece el sentimiento de culpa y la vergüenza.
• Padece estrés antes y después de comprar; la falta de compra le produce un estado de ansiedad, irritabilidad o depresión.
• Escoge productos que pueden contribuir a mejorar su imagen (privilegiando la ropa y los dispositivos tecnológicos).
• Tiene en casa muchas cosas, algunas de las cuales no ha utilizado nunca, no recuerda siquiera que las tiene o que una vez compradas no ve el momento de deshacerse de ellas.
• A menudo esconde una historia personal de trastornos relacionados con la esfera obsesivo-compulsiva.

¿Ganas de ir de compras o trastorno compulsivo?
Comprar es una acción gratificante pero hay que distinguir entre la pasión por las compras y la compra compulsiva. En el primer caso, las compras son un deseo natural que afecta a muchas personas. Está a quien le gusta ir siempre a la moda y elige destinar una parte de su sueldo a comprar cosas que no son realmente necesarias; sin embargo esto no incide demasiado en su vida personal. En el segundo caso, cuando se trata de un trastorno compulsivo, el comprador sufre de una auténtica enfermedad. Las compras diarias e innecesarias son las características de una dependencia semejante a la drogadicción o al juego y, si se superan los límites, se vuelve patológica.
Eres un comprador compulsivo potencial si…
Shopaholic... Es el término en inglés con el que designa a los compradores compulsivos. ¿Y tú? ¿Corres el riesgo de convertirte en uno? Si:
• Escondes los tickets de tus compras para que nadie pueda verlos.
• Camuflas tu última compra escondiéndola entre ropa que ya tenías en tu armario.
• Aunque tu extracto bancario te diga que estás en números rojos y tu cartera esté vacía, no consigues salir de una tienda con las manos vacías.
• Tu casa está llena de cosas inútiles pero sigues comprando y se convierte en un "museo de lo innecesario".
• Te inventas excusas para no sentirte culpable.
Shopping, compulsión y compensación
Las compras compulsivas entran en la categoría de los trastornos de control de los impulsos. El comprador compulsivo se refugia en las compras por diversos motivos: existen compradores que sufren de problemas de depresión o de escasa autoestima y buscan compensarla. En la base del problema se encuentran las carencias afectivas, los traumas psicológicos y el vacío de una existencia que sólo se llena con objetos materiales; las compras son una manera de compensar la tristeza que se vive. El compulsive buyer tiende a justificar las compras como un signo de amor hacía sí mismo, una especie de autoregalo y debido a un pasado lleno de pérdidas, abandono y soledad. Aunque las compras se producen por compulsión el comprador intenta alejar estados de ánimo negativos como la ansiedad, la obsesión o protegerse de las fobias.
Si reconoces que tu pasión por el shopping está convirtiéndose en algo más, no dudes en consultar a un especialista que te ayudará a comprender de dónde procede tu necesidad de comprar cosas. El síndrome de la compra compulsiva puede convertirse en una dependencia muy peligrosa que se agudiza con el tiempo, alterando tu calidad de vida. Si te gusta ir de compras pero temes lo peor, no pienses solo en cupones, descuentos y tiendas: canaliza tu energía y tus pulsiones hacia otras actividades de las que probablemente saques mucho más provecho.
A. Brafa

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