El Valle de México sufre un grave problema de contaminación desde hace varios años, en gran medida por el aumento de transporte público obsoleto, ello impacta directamente en la salud de los capitalinos y en el medio ambiente del valle de México, la falta de regulación por parte de las autoridades agrava la situación
En la ciudad de México aún funcionan cerca de 30 mil microbuses, en el Estado de México se contabilizan 56 mil unidades, a ellas se suman las camionetas tipo van, los autobuses conocidos como chimecos y las combis.
Bernardo Navarro, director del Observatorio del Transporte por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), expuso que este tipo de transporte es uno de los principales generadores de contaminación; el humo que expelen estas unidades es inhalado por los transeúntes, y la situación se agrava para quienes van a bordo de ellas.
Laura Ballesteros Mancilla, integrante de la Comisión de Movilidad de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), mencionó que aún con la Ley de Movilidad la situación del transporte no ha cambiado. La saturación en el Valle de México es tal, que las autoridades del Estado de México y del DF se vieron obligados a crear diferentes sistemas para satisfacer la demanda y contribuir en la conservación del medio ambiente.
Opciones
Actualmente el Mexibús en el Estado de México cuenta con tres líneas en operación y una cuarta en obras, aunque en realidad es insuficiente para los miles de usuarios, que desde las primeras horas de la mañana se trasladan hacia el Distrito Federal.
Guillermo Calderón, director del Metrobús, destaca que este transporte busca agilizar la vida en la ciudad de México, por lo que cada autobús cuenta con tecnología para emitir una cantidad mínima de gases tóxicos.
Salvador Medina, miembro del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP, por sus siglas en inglés), consideró al Metrobús como un excelente transporte sustentable, aunque adivirtió que debe tener revisiones continuas.
Indicó que cada unidad del Metrobús sustituye a cerca de 60 automóviles particulares, por esta razón es que GREENTV recorrió́ la Línea 1 -la más antigua- para verificar si los autobuses han tenido un proceso de mantenimiento visible, si producen emisiones toxicas o si existe algún tipo de saturación, para conocer las posibilidades de este sistema.
Evidencias
Acudimos a la estación Buenavista entre 8:11 y 10:11 AM -, por ser punto de encuentro con el Tren Suburbano y el Sistema de Transporte Colectivo Metro (STC), al que arriban miles de personas diariamente.
Las unidades con mayor antigüedad tienen una década, por lo que es urgente darles mantenimiento. Calderón aclaró que en diciembre pasado comenzó un ambicioso programa de recambio de unidades Euro4 -aunque ya existen Euro6- y mantenimiento para que funcionen dos años más, aunque con empresas licitantes que dejan lugar a dudas.
En diciembre pasado se presentaron nueve nuevos autobuses que ayudarán a paliar la saturación, al medir 24 por 18 metros trasladarán a más personas en menos autobuses.
Exigencias
Omar Gutiérrez, investigador de la casa encuestadora Dinamia, destacó que es preferible la contaminación de un autobús a que lo hagan 60 autos particulares, asimismo, detalló que la extensión del Metrobús ayudará en gran medida a “sacar” a miles de vehículos y microbuses de las calles. Es obvio que cada unidad ayude a disminuir la problemática, debido a que los usuarios prefieren abordarlo a realizar filas inmensas en sus autos; aunque los autobuses deberánn tener ciertas características mínimas para operar sin contaminar.
En el tema de mantenimiento y salud, la presidenta de la Comisión de Movilidad de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, Claudia Cortés, manifestó que es muy importante revisar de fondo a las unidades.
En el tiempo que recorrimos la Línea1, pudimos ser testigos de decenas de unidades que emanan gases y humo.
Confrontación
En la página 8 del Presupuesto de Egresos 2014 de la Gaceta Oficial del Distrito Federal se pormenoriza que la partida del Metrobús se usa para mantenimiento, reparación, compra de nuevas unidades y nuevos proyectos.
Por ello, preguntamos a Calderón ¿en qué se gasta tanto dinero? En una respuesta inicial indicó que en mantenimiento preventivo a autobuses y en comprar nuevas unidades.
En relación con nuevos proyectos, existen dos de gran interés, el primero y el más importante es la construcción de la Línea 6, que correrá de El Rosario a Aragón, obra que incurriría en ecocidio.
Al respecto, mencionó que retirar los especímenes no causa ningún daño ambiental, porque no son nativas de la ciudad. En el mismo Estudio de Impacto Ambiental, observamos que los suelos se encuentran gravemente afectados por la geografía urbana, y que en el tramo de la construcción existe un río (no detallan el nombre), contaminado.
Con solicitud de información LO- 909115999-N17-2014, se sabe que hay cuatro licitantes para la nueva línea: Impulsora de Desarrollo Integral, SA de CV; Omega y Construcciones Industriales, SA de CV; Coordinación Técnico Administrativa de Obras, SA de CV, y SACMAG de México, SA de CV con inicio de obra el 1 de agosto de 2014 y término el 31 de julio de 2015, para iniciar operaciones.
Autoridades de la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial en la ciudad de México, indicaron que durante la licitación de la obra se recibieron sólo dos denuncias (PAOT-2014-689-SPA-360: 21 de marzo de 2014, y PAOT-2014-2626-SPA-1441: 6 de octubre de 2014), por falta de estudios ambientales y derribo injustificado de árboles. La superficie de áreas verdes a afectar es de mil 487 metros cuadrados, mientras que el Metrobús pagará 28 mil 745 millones, 860 mil pesos por compensación de daños ecológicos. El segundo gran proyecto es la Línea 7 de La Villa a Palmas, pero aún no hay visto bueno o anuncio del inicio de obras.
Con ese objetivo, desde hace dos años el ITDP estudia cómo funciona la red de transporte público en la Zona Metropolitana del Valle de México y creó un modelo que propone construir 30 nuevas líneas de Metrobús y Mexibús —todas ellas conectadas entre sí y con el actual sistema de transporte— en un periodo de 10 años para transitar hacia una urbe que privilegie la movilidad.
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