Directorio
miércoles, 21 de octubre de 2015
Años de trabajo para retirarse con la cuarta parte del salario
Víctor Piz
La reforma al sistema de pensiones está a mitad de camino para que los trabajadores de la llamada “generación Afore” empiecen a retirarse en forma masiva.
Aunque faltan 18 años o más, se enfrentan una serie de desafíos para mejorar el Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) basado en cuentas individuales, como lo advirtió la semana pasada la OCDE en su estudio El sistema de pensiones en México.
El estudio, presentado por el secretario general del organismo, el mexicano José Ángel Gurría, señala que “los retos persisten y por ello es necesario seguir haciendo mejoras para garantizar la supervivencia del sistema en el largo plazo”.
Uno de los principales desafíos es aumentar el monto de la contribución al SAR que incide en el nivel de la pensión.
En el caso de los trabajadores que cotizan al IMSS, las aportaciones totales son de 6.5 por ciento del salario base mensual, mientras que para los cotizantes al ISSSTE son de 11.3 por ciento.
Según el estudio de la OCDE, las actuales contribuciones son bajas para garantizar un nivel de ingreso de más de 50 por ciento del último salario de los trabajadores.
Gurría dijo que el nuevo sistema de cuentas individuales de contribución definida “sólo tendrá éxito si se incrementan las aportaciones obligatorias”.
De acuerdo con los cálculos de la OCDE, una contribución de 6.5 por ciento en el mejor de los casos, para un asalariado medio, podría dar lugar a una tasa de reemplazo de sólo 26 por ciento.
Lo anterior quiere decir que al momento de su retiro, un trabajador afiliado al IMSS obtendría un ingreso de aproximadamente la cuarta parte de su último salario.
Cuatro décadas trabajando –más o menos– para pensionarse con ese nivel de ingreso, es lógicamente motivo de desencanto.
Esa baja tasa de reemplazo se debe principalmente a la baja tasa de contribución obligatoria, apunta la OCDE.
Como el estudio muestra, agrega, una tasa de reemplazo de 50 por ciento se alcanzaría con una probabilidad de 75 a 90 por ciento, con una contribución media de alrededor de 13 a 18 por ciento durante 40 años.
El estudio de la OCDE aconseja principalmente aumentar gradualmente la tasa de contribución obligatoria.
El aumento podría ligarse a los incrementos salariales, de tal forma que el trabajador no experimente una reducción en su salario disponible, indica.
Las aportaciones para trabajadores afiliados al IMSS se han mantenido, desde que inició el SAR en 1997, en el nivel de 6.5 por ciento.
Es una tasa baja en comparación con las de otros países con esquemas de pensiones similar al mexicano, como Colombia, con 16 por ciento; El Salvador, con 13 por ciento, así como Chile y Perú, con 10 por ciento ambos.
La Consar, el regulador del sistema, asegura que el aumento de aportaciones nunca ha sido una opción sencilla, pero es la única alternativa probada para elevar las pensiones futuras de los trabajadores.
Si no aumentan, su ingreso será claramente insuficiente para tener una vida digna en la vejez.
El reto es hacerlo antes de que pasen otros 18 años.
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