Por Richard Branson
Pregunta: ¿Cuál es su punto de vista sobre la adversidad? ¿Cuán diferente sería su vida si no hubiera enfrentado obstáculos en sus aventuras empresariales?
—Henry Hall, Henry Hall Photography.
Respuesta: Aprender a superar los obstáculos es una parte importante de la vida y del emprendedurismo. Esas experiencias nos enseñan cómo alzarnos por encima de la adversidad e incluso beneficiarnos de ella. Como dice el refrán: “Un mar en calma nunca hizo experto a un marinero”.
Mi enfoque siempre ha sido tratar a los obstáculos como oportunidades, luego esforzarme por hacer frente a los desafíos por venir. Incluso el propio fracaso presenta una oportunidad: no es un callejón sin salida, es sólo un obstáculo por superar.
Casi todos los emprendedores sufren un fracaso de negocios en algún momento. ¡Yo he fracasado tantas veces que no podría enlistarlas. Pero es debido a esos fracasos que he disfrutado del éxito. Todos y especialmente los emprendedores deberían recibir al fracaso con los brazos abiertos, pues es sólo a través de éste que se aprende.
Tu correo electrónico menciona que eres fotógrafo. Estoy seguro de que has desarrollado un buen ojo; quizás eres hábil para detectar las oportunidades y enfocarte en lo que es más importante en cualquier situación. Esa es una de las habilidades más útiles que se pueden tener cuando se atraviesa un problema.
Cuando me topo con un obstáculo, encuentro que es mejor hacerle frente desintegrándolo en componentes más pequeños. Pregúntate: ¿qué puedo hacer para enfrentar positivamente cada uno de ellos? Habrá algunas cosas que no podrás cambiar, por supuesto. Tienes que aceptar que nadie puede ganar siempre todas las batallas y tienes que aprender de tus errores y seguir adelante.
Yo me enfrenté con el que quizás haya sido el mayor obstáculo de mi vida cuando era muy joven: simplemente no podía seguir las lecciones en la escuela. Mis maestros pensaban que yo era flojo, y no fue sino hasta muchos años después que me diagnosticaron dislexia, una discapacidad del aprendizaje. Pero en vez de simplemente darme por vencido, dejé de desperdiciar tiempo y energía tratando de encajar y de hacer las cosas “bien” (como lo dictaban mis maestros) y empecé a tratar de resolver mis problemas como pudiera.
Ya que no podía aprender mucho leyendo, por ejemplo, entonces hablaba sobre la lección con mis compañeros de clase. Esta necesidad constante de adaptarme a mi situación me enseñó a enfocar los problemas de manera creativa en todas las áreas de mi vida.
Después de que mis amigos y yo lanzamos Virgin, no todo fue navegar en calma, especialmente cuando entramos en nuevas industrias. Aprender sobre la marcha ha sido una característica definitoria de la experiencia de nuestro equipo. Desde Virgin Records hasta Virgin Hotels, todos los días han traído un desafío diferente, el cual, una vez superado, nos enseña otra lección útil.
La industria de las aerolíneas fue especialmente difícil de abordar. Cuando iniciamos Virgin Atlantic teníamos sólo un avión. Evidentemente éramos los que llevábamos las de perder, y nos topamos con obstáculos cada vez que tratábamos de levantar y echar a andar el negocio. Había problemas con los bancos, problemas logísticos y grandes competidores que tenían mucho más dinero y estaban tratando de acabar con nosotros. Nos desafiaron más allá de nuestros límites, y parecía que la empresa estaba condenada al fracaso.
Pero persistimos. Aprendimos a combatir a los grandes presupuestos de nuestros competidores con mercadotecnia inteligente y memorable. Aprendimos que en vez de mantenernos en silencio, necesitábamos permanecer ante la vista pública y responder a nuestros críticos cuando la compañía enfrentaba penurias. Y aprendimos que si seguíamos siendo fieles a nosotros mismos, nuestra marca y nuestros ideales, nos ganaríamos la confianza de nuestros clientes y su preferencia. Habría sido más fácil que renunciáramos en vez de perseverar y, de hecho, desde entonces, 16 de nuestros 17 competidores originales han salido del negocio.
Si no hubiéramos enfrentado estos obstáculos en Virgin Atlantic y no hubiéramos aprendido grandiosas lecciones de ellos, entonces no habríamos continuado para lanzar Virgin Australia y Virgin America, junto con cientos de otras empresas en varias industrias diferentes en todo el mundo.
Hay pocas certidumbres en los negocios, excepto que uno enfrentará la adversidad y fracasará de vez en cuando. La historia de éxito de todo emprendedor es un relato de adaptación, revisión y cambio constantes.
Henry, al igual que en la fotografía, todo gira en torno de la perspectiva. Cuando te topas con una situación que es poco placentera, difícil o desafiante, puedes decidir darte por vencido, readaptarte o aprovecharla en tu ventaja. Los obstáculos y los desafíos son parte integral del trabajo de un emprendedor; no permitas que te disuadan de realizar el trabajo o eviten que cumplas tus sueños.
Twitter: @richardbranson
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