Una premisa clara es que el sistema de las Afores no fue creado para ayudar a los pensionados sino para evitar la quiebra del IMSS e ISSSTE. Era insostenible que los trabajadores activos sostuvieran a quienes se fueran jubilando y se requería la individualización de las cuentas para dar certeza financiera ¿Pero cuál es el reto para todos nosotros?
Si nos sirve de consuelo, esto ha sucedido en todo el mundo, porque las poblaciones se han avejentado con la reducción de nacimientos y el aumento de la esperanza de vida, haciendo inviables los esquemas de salud y retiro. De hecho, el planteamiento para solventar este fenómeno demográfico es elevar la edad de jubilación y las cuotas de aportación, lo cual impondría mayor carga a los ciudadanos.
Si pensamos en la vieja frase “que los mantenga el gobierno”, es un hecho que cada vez hay menos recursos para soportar la burocracia y los requerimientos de infraestructura. Poco queda para las causas sociales donde no hay un retorno, y con el paso del tiempo se genera un gran déficit público.
Todavía hay quien piensa equivocadamente que el Estado está detrás de la jubilación y esto sólo podría aplicarse a quienes empezaron a cotizar antes del primero de julio de 1997; el resto va solo en pos de un retiro digno.
Los desafíos personales serían:
1.- Interesarte por el tema. Más allá de la edad, tener claro que será en el futuro una preocupación muy importante. Esto conduce en principio a vigilar la evolución de la Afore; elegir una buena administradora conforme a los rendimientos netos sobre el tiempo. Si trabajas por tu cuenta hay que tomar la decisión de ingresar voluntariamente.
2.- Contar con un ahorro complementario de largo plazo. Todos los operadores coinciden en su análisis que lo otorgado por las Afores es insuficiente para contar con una pensión digna; por tanto, es imprescindible abrir un cajón de ahorro de largo plazo para complementar el fondo.
3.- Hacer buenas inversiones. Con el recurso ahorrado habrán de buscarse las opciones con mayor rendimiento para ir obteniendo una ganancia que supere el proceso de inflación y permita conservar el poder adquisitivo del dinero.
4.- Pensar en una vida útil de trabajo más larga. En forma independiente de si llega a establecerse una edad de jubilación superior, hay que prepararse para laborar un mayor tiempo.
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