CIUDAD DE MÉXICO, 4 de junio.- Luego de señalar que el país vive una “fuerte situación de descomposición social”, donde se suma un inadecuado sistema educativo, el cardenal Norberto Rivera Carrera y cientos de feligreses católicos oraron porque las próximas elecciones del 7 de junio “sean celebradas en un ambiente de paz, concordia y dualidad nacional”.
Minutos antes de las plegarias grupales, durante su sermón de este jueves en la misa de Corpus Christi, en la Plaza Tlaxcoaque, el arzobispo primado hizo un recuento de “varios males” que padecen los mexicanos, entre ellos que se utilice la política como un fin comercial.
(Vemos) en nuestra patria la desesperanza de muchos ciudadanos ante las ofertas partidarias que hacen de la política no un servicio al bien común, sino un producto comercial, que adquirido tristemente manifiesta la mentira de sus propuestas y su incapacidad para cumplir lo que han prometido”, dijo frente a la parroquia de Tlaxcoaque de la Inmaculada Concepción.
También se refirió a la falta de oportunidades que padece un amplio sector de la población: los jóvenes.
Es cada vez más fuerte y violento el grito de las nuevas generaciones que, sin un adecuado sistema educativo, se encuentran incapacitados para afrontar los retos que la modernidad les impone y tienen pocas esperanzas de conseguir un trabajo remunerado justamente y de contribuir a la transformación de la sociedad”, acusó.
Se refirió también “a la sangre derramada en diversas regiones del país a causa de la delincuencia organizada, la corrupción y la impunidad”.
Durante la ceremonia religiosa, el cardenal Norberto Rivera estuvo acompañado por miembros de la Iglesia Ortodoxa Griega, debido a que desde noviembre 2014 la Arquidiócesis Primada de México prestó por comodato a esa confesión cristiana la capilla de Tlaxcoaque para fomentar el diálogo ecuménico entre comunidades religiosas afines a la Iglesia católica.
El contrato, en el que la Iglesia católica permitirá a la ortodoxa el uso del inmueble para ejercer su culto libremente, tiene vigencia de dos años; sin embargo, el templo seguirá en custodia de la Arquidiócesis, y propiedad del gobierno federal, por ser un inmueble histórico del siglo XVII.
Al término de la ceremonia, Rivera Carrera partió junto a los feligreses, religiosos y religiosas, danzantes y músicos, rumbo a la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, caminata que hasta el mediodía de este jueves continuaba avanzando por la calle 20 de Noviembre del centro del país.
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