La catedral del Sagrado Corazón de Jesús de la diócesis de Ecatepec, fue el lugar idóneo para que Cristina, la inquieta y bella jovencita, acompañada de sus seres queridos como lo son sus padres Arnulfo y Olga, sus hermanos y sus padrinos Gabriel Díaz Ceballos y Eva Ramírez González, diera gracias al creador por haber llegado a esta edad llamada de las ilusiones.
Radiante Cristina, luciendo un elegante vestido con falda de color turquesa y un corset color perla arribó a la catedral donde ya los invitados la esperaban; ahí tras escuchar el emotivo mensaje del sacerdote y comulgar se dirigió al salón donde se ofreció la recepción.
Amigos de la familia y desde luego familiares de sus padres, que son personas muy estimadas en la sociedad ecatepequense y sobre todo de San Cristóbal de donde son originarios, se dieron cita en el salón Charly donde se ofreció una exquisita cena y se disfrutó de un gran espectáculo de música viva de mariachis y un grupo musical.
Fue muy llamativo el espectáculo que se ofreció en el momento del ya tradicional baile de la quinceañera con sus chambelanes, porque las bien diseñadas coreografías, despertaron la admiración de los asistentes, pero sobre todo dio la pauta para el lucimiento de la agraciada quinceañera Cristina Díaz Elizalde.
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