Por Juan Manuel Padrón Lara
Ecatepec, México.- Bohemia en la Ribera es el nombre de la más reciente obra del amigo de todos, del profesor, del formador en las aulas y fuera de ellas de nuevas generaciones de educandos, del filósofo de la política, del ciudadano preocupado por el mejoramiento de su entorno social, económico y político, pero sobre todo de la nobleza de un ser humano como lo es Silvino Rivera López.
La casa de cultura Ecatepec, ahora llamada Centro Cultural Regional José María Morelos y Pavón, fue la sede para que mediante un escenario propio y adecuado, previamente instalado, numerosos invitados disfrutáramos una gran noche velada bohemia donde el autor Silvino Rivera López y sus invitados Joel Granados y Héctor XXX levantaron nuestra emoción y sentimientos espirituales con la lectura de diferentes poemas con el fondo musical de un excelentísimo trio que lamentablemente escapo de nuestra mente su identidad.
Héctor Viramontes, el amigo que se distingue por su excelente voz, fue quien dio el marco inicial de una reflexión sobre el excelente trabajo de compilación que hizo el maestro Rivera López, pero emocionó a todos los in vitados, cuando leyó, más bien vivió cada una de las estrofas de los poemas; decían mis compañeros de mesa; con estas letras no sabemos si reír o llorar; pero otro remarcó, mejor vivamos el momento.Don Joel Granados, el periodista, el narrador el amigo también se prendió cuando en diferentes ocasiones se levantó, profundamente emocionado para narrar cual si estuviera ocurriendo el hecho con los mensaje de los poemas.
La noche que era fría, cual si el dios del viento Ehécatl, tratara de dejar plasmada su presencia según recordó insistentemente Héctor Viramontes, fue el marco para que el amigo, el hombre, el educador, el ciudadano pero en ese momento el gran bohemio profesor Silvino Rivera López sacara de lo más profundo de su ser esos nobles sentimientos que a todos nos transmitió.En mi recuerdo hasta este momento cuando refirió con gran fondo musical del trio: ¿sufrir? ¿Llorar? ¿Morir? … ¿quién piensa en eso?.
El amor es un huésped que importuna; mírame como estoy ya sin ninguna tristeza que decirte. Dame un beso.
Degustando exquisitos platillos mexicanos y un vino tinto de primer nivel todos escuchamos el poema de Pablo Neruda denominado me gustas cuando callas.
O bien el poema de Alberto Cortez me gusta verte dómida. El reto poema de Julio Flores también fue muy laureado sobre todo en el párrafo que refiere: si porque a tus plantas ruedo como un ilota perdido y una mirada te pido con temor, casi con miedo.Y continuo si por que ante ti me quedo estático de emoción, piensas tú, que mi corazón se va en mi pecho a romper y que por siempre he de ser esclavo de mi pasión.
Silvino Rivera; lo digo con mucho respeto; de baja estatura, pero de grandeza de corazón y alma así defino a mi amigo que hoy me llevó a disfrutar la bohemia en la Ribera.
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