Lo anterior, sumado a factores como el aumento en los precios de los alimentos, vestido, calzado y al incumplimiento de las expectativas del crecimiento económico en el país -que cuanto mucho será de alrededor del 2 por ciento-, y a un "raquítico" aumento al salario mínimo de 2.80 pesos, colocan a las familias obreras en serios aprietos.
Una de las alternativas para poder hacer frente a sus deudas es el empeño de artículos personales, entre los que se encuentran: joyas, autos, computadoras, tablets y celulares. Los préstamos para el periodo enero-febrero de 2015 se prevé se incrementen en un 30 por ciento, comparado con el mismo periodo de 2014.
Doña Beatriz Moreno, trabajadora de una fábrica, quien durante varios años ha solicitado préstamos a cambio de sus joyas, asegura que el empeño le ha permitido tener liquidez para pagar lo que debe, gastos adicionales a los servicios básicos de su vivienda como: renta, luz, agua y teléfono cuyas tarifas se incrementan cada año.
"Cuando tengo una necesidad y no tengo a dónde acudir o quien me preste, vengo y dejó mis cadenas, esclavas o anillos, lo que tenga en ese momento. Me ha funcionado porque por decir viene uno y refrenda, o va pagando y ya cuando termine uno de liquidar pues ya le regresan a uno la prenda", aseguró en entrevista con El Sol de México a su salida de una casa de empeño.
"Todos quisiéramos que nos aumentaran los salarios para que se compensaran los pagos que hacemos con lo que ganamos, yo creo que sería una de las soluciones más optimas que trataran de nivelar un poquito más los sueldos porque no somos ni diputados ni senadores, ni se nos igualan nuestros sueldos a los de ellos", comentó la empleada.
Así como doña Beatriz, millones de mexicanos se ven obligados a pedir préstamos de emergencia, ya sea en algunas casas de empeño, en donde las tasas de interés varían entre el 2.5 y el 10 por ciento, dependiendo la prenda que se deje en garantía.
"La cuesta de enero hoy se nos ha deslizado y generalmente suele ser en febrero donde empezamos a ver la verdadera cuesta, donde los pignorantes vienen por préstamos de urgencia y emergencia", afirmó Luisa Álvarez, directora de la casa de empeño, Fundación Dondé.
De acuerdo con esta casa de empeño, en promedio los mexicanos reciben prestamos por mil 700 pesos y es durante el mes de diciembre que el 30 por ciento de los pignorantes regresan a recuperar su prendas empeñadas durante el año, sin embargo, a partir del 15 de enero es cuando vuelven de nueva cuenta a solicitar los servicios.
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