Irremediablemente, avanza el proceso de tener más casas y espacios para sembrar, aseguró Ezequiel Carrillo Téllez, dirigente de la Federación de Pequeños Propietarios de la entidad.
Por estar tan cerca de la ciudad de México, las tierras de municipios como Toluca, Metepec y muchas más, son anheladas por los grandes emporios dedicados a la construcción de casas-habitación, sobre todo.
Estimó que en los últimos diez años se han perdido alrededor del 30 por ciento de las zonas cultivables, porque hay familias campesinas que prefieren vender sus terrenos, antes de morirse de hambre, porque el agro ya no da como antes.
Además, existen otros problemas como el agua, ya que afluentes como los del río Lerma están convertidos en basureros y es muy difícil en algunas partes aprovecharlos para los sembradíos.
Entonces, si antes había resistencia de los campesinos, ahora buscan aprovechar la plusvalía de sus terrenos y venderlos cuanto antes, aunque ello implica que cada vez habrá menos productos del campo en el Estado de México.
Al crecer las zonas habitacionales, añadió, también aumentan los problemas, por ejemplo, para dotar a los nuevos vecinos de servicios tales como alumbrado, telefonía, agua potable y otros.
Resulta lamentable, expresó, que se vea cómo las áreas urbanas se "comen" al campo y nadie hace nada, pese a que esto significa que habrá que importar más alimentos al exterior, con todo lo malo que ello implica.
Es claro, agregó, que las familias campesinas están desapareciendo, en tanto que el número de pobres, en el campo y la ciudad, aumenta de manera significativa.
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