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jueves, 11 de julio de 2013

País de corruptos… y corruptores

90% de la población ve a la policía como lo más podrida

México, DF.- Los golpes y los gritos despertaron a Carmela, de 50 años. Venían del piso de arriba de su casa, en donde vivía su hijo. Al subir, encontró al joven de 27 años de edad golpeado por agentes de la policía, quienes lo sacaron de su casa y se lo llevaron a un cuartel. Después exigieron pago por su liberación.

El caso, relatado en el informe Barómetro Global de la Corrupción 2013 de la organización Transparencia Internacional, sucedió en Venezuela. Pero de acuerdo con la Organización No Gubernamental (ONG) bien pudo haber pasado en México, un país en el que el 90% de los habitantes considera que la policía es extremadamente corrupta.

Y un país en el que, por el otro lado, el 61% aceptó haber sobornado a un policía. Con tan mala fama, arriba de la que tiene la policía mexicana, sólo se ubican los partidos políticos. Esa es la institución más corrupta en el país. En el tercer puesto se ubican los funcionarios públicos.

El estudio revela que el Ejército mexicano no figura entre los entes con mayores índices de corrupción. Pero suficiente con los anteriores: los partidos, los poderes ejecutivos y las fuerzas del orden público son los que detentan, en los hechos, el poder.

La lista de los más corruptos del país realmente asusta:

Partidos políticos 91%
Policía 90%
Funcionarios públicos 87%
Poder judicial 80%
Poder legislativo 83%
Medios de comunicación 55%
Sector privado y empresas 51%
Organizaciones religiosas 43%
Sistema educativo 43%
Organizaciones No Gubernamentales 43%
Sector salud 42%
Ejército 42%

Partidos Políticos

El informe muestra que existe una crisis de confianza en la política y serias dudas respecto de la capacidad de las instituciones responsables de llevar a quienes delinquen ante la justicia.

En 51 países de todo el mundo, se considera a los partidos políticos como la institución más corrupta. El 55 por ciento de los encuestados creen que el gobierno responde a intereses particulares. A nivel mundial, el Barómetro Global de la Corrupción destaca entre los 51 países que consideran a los partidos políticos como la institución más corrupta, se encuentra México, junto con Nigeria, Grecia y Nepal.

Una de las razones, según explica Transparencia Internacional, es que los partidos políticos requieren dinero para ejecutar sus campañas y uno de los grandes campos de cultivo para la corrupción es la manera en la que se financian.

Los políticos pueden actuar de manera ejemplar difundiendo sus declaraciones patrimoniales y las de sus familiares cercanos. Por su parte, los partidos políticos y los candidatos individuales deben dar a conocer dónde obtienen sus fondos para que no haya dudas respecto de quiénes los financian y se puedan identificar posibles conflictos de interés, afirma Huguette Labelle, Presidenta de la organización internacional.

Sobornos

El Barómetro Global de la Corrupción 2013 se basa en una encuesta realizada a 114 mil personas en 107 países y muestra que la corrupción es un fenómeno que se ha extendido a nivel mundial. El 27% de los entrevistados dijo haber pagado un soborno al acceder a servicios públicos e instituciones durante los últimos 12 meses, y esto revela que no hubo una mejora respecto de encuestas anteriores.

Sin embargo, casi 9 de cada 10 personas encuestadas señalaron que estarían dispuestas a actuar contra la corrupción, y dos tercios de aquellos a quienes se les pidió el pago de un soborno se habían negado a hacerlo, lo que sugiere que los gobiernos, la sociedad civil y el sector empresarial deben intensificar sus esfuerzos para conseguir que las personas contribuyan a revertir la corrupción.

“Los índices de pago de sobornos a nivel mundial continúan siendo sumamente altos, pero las personas creen que tienen la capacidad de detener la corrupción y una proporción significativa está dispuesta a combatir el abuso de poder, los acuerdos clandestinos y el soborno”, explicó Labelle.

Según el Índice Nacional de buen Gobierno y corrupción–realizado en 2010 por Transparencia Mexicana– en México, el gasto por ingreso en sobornos o “mordidas” en familias pobres tiene un efecto directo. De acuerdo con este estudio, el soborno es la experiencia más directa sobre la corrupción para una persona.

En México 33% de la población encuestada aceptó haber ofrecido dinero a cambio de algún servicio. El costo de este tipo de compra tiene un efecto regresivo en la sociedad mexicana, pues afecta principalmente a las familias pobres.

En promedio, se gasta 14% del gasto familiar en este tipo de corrupción y, para los núcleos más vulnerables financieramente, la proporción se eleva a 33 por ciento. Si bien el pago de sobornos en México y el mundo es muy alto, TI asegura que los ciudadanos están dispuestos ha efectuar acciones contra ello. Ocho de cada 10 mexicanos piensan que cualquier ciudadano puede hacer un cambio en la lucha contra la corrupción y sólo uno de cada 10 mexicanos afirmó que no reportaría un incidente de este tipo.

Dispuestos a cambiar en México, siete de cada diez ciudadanos consideran que la corrupción de autoridades y policías ha aumentado significativamente en los últimos dos años. Según los resultados, México junto con Argentina son los dos países del continente en los que más del 70% de sus ciudadanos consideran que los niveles de corrupción han aumentado considerablemente.

Huguette Labelle destaca que aunque el Barómetro Global de la Corrupción 2013 pone de manifiesto que en demasiados países las personas no tienen confianza en las instituciones encargadas de combatir la corrupción y otros delitos, casi 9 de cada 10 personas encuestadas señalaron que estarían dispuestas a actuar contra la corrupción, y dos tercios de aquellos a quienes se les pidió el pago de un soborno se habían negado a hacerlo, lo que sugiere que los gobiernos, la sociedad civil y el sector empresarial deben intensificar sus esfuerzos para conseguir que las personas contribuyan a revertir la corrupción.

“Los gobiernos deben considerar seriamente este repudio a la corrupción por parte de la ciudadanía y responder con medidas concretas para reforzar la transparencia y la rendición de cuentas”, indicó Labelle. “Se necesita un liderazgo contundente especialmente por parte de los gobiernos del G20. En los 17 países del G20 incluidos en la encuesta, el 59 por ciento de los encuestados opinaron que su gobierno no está actuando adecuadamente para combatir la corrupción”, dijo.

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