México, DF.- Más de tres millones de niñas y niños de cinco a 17 años de edad trabajan en México, lo que significa que la tasa de ocupación en este segmento de población es de 10.5 por ciento, es decir, que por lo menos diez de cada 100 infantes laboran en nuestro país, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), disponibles hasta 2011.
Del total, 68 por ciento son niños y 32 por ciento, niñas, lo que a su vez significa que la tasa de ocupación en varones es de 14.1 por ciento, mientras que en el caso del sexo femenino es de 6.8 por ciento, señaló el INEGI al dar a conocer estos datos con motivo del Día Mundial contra el Trabajo Infantil que se conmemorará el próximo miércoles 12 de junio.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) define a los niños que trabajan como aquellos que lo hacen por debajo de la edad mínima legal para laborar o porque aún habiendo alcanzado 18 años, realizan actividades que suponen una amenaza para la salud, la seguridad o el desarrollo moral, y se encuentran en condiciones de trabajo forzoso.
Según el INEGI, 44.1 por ciento del total nacional no percibe ingreso por el trabajo realizado, 39.1 por ciento no asiste a la escuela, 4.4 por ciento por ciento ha sufrido accidentes de trabajo y 4.1 por ciento se dedica a servicios domésticos. Por otra parte, 36.8 por ciento de la población infantil que realiza servicios domésticos tiene una jornada de trabajo de 35 horas o más.
Del total de niñas, niños y adolescentes de 5 a 17 años no ocupados, 11.4 por ciento dedican más de 15 horas a la realización de quehaceres domésticos en sus hogares, de ellos 35.4 por ciento no asiste a la escuela.
Los principales motivos por los cuales los niños y las niñas realizaron algún trabajo económico son porque en el hogar necesitan de su trabajo, para pagar su escuela o sus propios gastos y para aprender un oficio.
Doble jornada
A través de un comunicado, el INEGI informó que, según diversos estudios, los niños que estudian y además realizan actividades laborales se encuentran en una situación de “doble jornada” que limita su desarrollo integral, el cual incluye no sólo la adquisición de conocimientos y habilidades por medio de la escuela, sino el tiempo necesario para el descanso y el esparcimiento.
Reveló que la información disponible hasta 2011 muestra que 45.6 por ciento de la población infantil y adolescente ocupada combina el trabajo, las actividades escolares y la realización de quehaceres domésticos en su hogar; 15.3 por ciento trabaja y estudia; uno de cada cuatro trabaja y realiza quehaceres domésticos y 13.8 por ciento únicamente trabaja.
Por sexo destaca que la jornada múltiple es más evidente para las niñas y las adolescentes, ya que 58.2 por ciento de ellas, además de trabajar estudia y realiza tareas domésticas. Solamente dos de cada 100 se dedican exclusivamente a trabajar, y resalta que 31.7 por ciento trabaja y realiza actividades domésticas, pero no estudia.
“Garantizar la asistencia escolar de todos los niños y niñas es un derecho fundamental y además es un factor que contribuye a prevenir y erradicar el trabajo infantil, sin embargo, hay niños trabajadores que son privados del derecho a la educación”, comentó el INEGI, al revelar que 39.1 por ciento de los niños y niñas ocupados no asiste a la escuela.
Indicó que dicha problemática es mayor en el conjunto de los adolescentes de 14 a 17 años que trabajan, ya que prácticamente la mitad de ellos, 51.1 por ciento, no asiste a la escuela, y 6.7 por ciento de los adolescentes ocupados de dichas edades no ha concluido la primaria y uno de cada 100 no tiene instrucción.
El organismo, que preside Eduardo Sojo, detalló que a nivel mundial se han establecido diversos mecanismos de defensa y protección de los niños y niñas, para reconocer, promover y vigilar el cumplimiento de una serie de derechos humanos: civiles, culturales, económicos, políticos y sociales, entre ellos la protección contra la explotación económica.
Pobres trabajadores
La población infantil que trabaja se concentra fundamentalmente en las áreas menos urbanizadas de México, y el porcentaje de trabajadores infantiles en estas zonas es también más elevado que en las más pobladas. La presencia de niños y niñas, trabajadores menores de 14 años en las localidades más pequeñas supera a la de las ciudades.
Aproximadamente siete de cada diez trabajadores entre 5 y 17 años viven en las zonas rurales de México, y tres de cada 10 en las ciudades, lo que equivale a un millón 114 mil 991 niños y niñas residiendo en las capitales de los estados y/o en las localidades con 100 mil habitantes y más, y a dos millones 532 mil 76 trabajadores infantiles en las áreas de menor tamaño poblacional.
Así como los niños y las niñas que trabajan se concentran en mayor medida en el campo que en la ciudad, la incidencia del trabajo infantil rural es más elevada que la urbana: 15.6% y 8.6% de la población entre 5 y 17 años, respectivamente.
Aproximadamente 24% de los trabajadores entre 5 y 17 años se concentra en tres entidades: Estado de México, Jalisco y Puebla.
El 52.8% se distribuye en la cuarta parte de los estados: además de los anteriores, Michoacán, Veracruz, Guerrero, Chiapas y Guanajuato.
El 23.8% de los niños y las niñas de México entre 5 y 13 años que trabajan reside en Puebla, Jalisco o Guerrero. El 52.6% se reparte en estos estados y Michoacán, Oaxaca, Estado de México, Guanajuato y Veracruz.
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