Por I. León Montesinos
San Pedro Xalostoc, clama justicia
Deben explicarse las causas de la tragedia
Héctor Bautista y sus “cartas de sangre”
Ecatepec, México.- Ecatepec está de luto y lo crepones negros que penden clamando justicia en San Pedro Xalostoc deben recordarnos tanto a los ciudadanos como a las autoridades de los tres órdenes de gobierno que aún hay mucho camino por recorrer en materia de protección civil y sobre todo de prevención de accidentes.
Hay que reconocer el indudable compromiso social adoptado desde el primer momento de la tragedia registrada en la madrugada del pasado día siete, tanto por el municipio como por el gobierno estatal e instancias federales. Es cierto, se buscará resarcir en la medida de lo posible el daño causado en lo económico a las viviendas y pertenencias de las familias afectadas por la tragedia.
Pero en el fondo de la irreparable pérdida de vidas humanas y las secuelas que un siniestro de tales magnitudes trae consigo, debe garantizarse que, en primer término, las empresas dedicadas a la distribución de gas LP, relacionadas con el mortal accidente, Gas Metropolitano, Migar y Termogas, se responsabilicen no únicamente de las indemnizaciones a los deudos sino de los costos que dejarán las secuelas a los heridos y el largo proceso de su rehabilitación, en las que debe incluirse el tremendo daño emocional que ya enfrentan los sobrevivientes y en buena medida toda la población de San Pedro Xalostoc.
Además, las autoridades federales y locales deben llegar hasta el fondo de las investigaciones no sólo para deslindar responsabilidades sino para corroborar que tales empresas contraten a gente realmente apta para desempeñar una función que implica además de una alta responsabilidad una obligada capacitación. No se trata de que en aras de proteger los intereses de las gaseras se busque, como siempre ocurre, que el chivo expiatorio sea el operador de la unidad.
Las primeras indagatorias indican que el accidente que originó el mortal estallamiento de 35 mil litros de gas LP pudo tener su origen en la “impericia e imprudencia” del chofer, Juan Omar Díaz Olivares. Habrá que ver si las empresas gaseras no son de aquellas firmas que explotan de manera irresponsable a sus operarios obligándolos a cubrir horarios fuera del límite permitido que los orilla a conducir las unidades bajo una terrible presión de tiempos no importando a los dueños que al pisar el acelerador de más, los empleados conviertan sus unidades de doble remolque en auténticas bombas rodantes.
Lo acontecido debe ser el obligado referente para que de las más altas instancias federales se haga una revisión a fondo de la forma en que operan las gaseras en México, no únicamente en sus sistemas de transportación por las carreteras del país, sino en la adecuada distribución y venta del producto a millones de hogares.
Hace años se hizo la advertencia oficial de que no se permitiría que las empresas gaseras continuaran vendiendo su producto en cilindros que estaban realmente en pésimo estado y que además de poner en riesgo la vida de los consumidores producía mermas considerables en la cantidad del producto.
Los gaseros hicieron la parafernalia ante los medios de, supuestamente, destruir los cilindros en mal estado. Pero eso sólo fue una pantalla publicitaria pues hoy en día, nuevamente los voraces concesionarios que obtienen multimillonarias ganancias anuales, se han olvidado de renovar los viejos cilindros y de llenarlos con la cantidad correspondiente a pesar de los reiterados incrementos a los precios del combustible. Robo y riesgo que terminan pagando y enfrentando las familias ante la complacencia de las autoridades.
Si no aprendemos de las dolorosas lecciones registradas como la de San Juanico y ahora la de Xalostoc, estaremos ponderando de forma criminal las ganancias de los gaseros a la vida misma de los habitantes. Claro, también tendrán que asumir parte de su responsabilidad los concesionarios de la autopista México-Pachuca. Y en el cabal cumplimiento de las leyes en la materia tendrán que estar alertas y al pendiente las autoridades tanto locales como federales.
Ni con todo el oro del mundo, lograrán los pobladores de San Pedro Xalostoc sanar sus heridas en el corto plazo. Por eso, si las causas reales de su tragedia tienen su verdadero origen en la desmedida ambición de los dueños de las gaseras, deberá imponerse a los mismos un castigo ejemplar e incluso el retiro de sus concesiones.
Los ciudadanos no podemos cruzarnos de brazos, y es el momento, insisto, de recordarle al gobierno federal, su responsabilidad por supervisar a conciencia la forma en que operan estas empresas.
Apostamos hasta la camisa seguros de que van a encontrar cientos de anomalías que ponen en riesgo la vida de millones de mexicanos. Evitemos sociedad y gobierno, que hechos tan dolorosos y lamentables se repitan. Exijamos que se nos hable con la verdad y se castigue a los verdaderos culpables, no a los eternos chivos expiatorios que sólo sirven para encubrir fallas, excesos y errores que terminan costando la vida de gente inocente. Y todo por incrementar de forma desmesurada las ganancias de empresarios inconscientes, solapados por malos funcionarios que deben estar en el sitio que merecen: la cárcel. Ellos son los verdaderos culpables.
HÉCTOR BAUTISTA Y SUS “CARTAS DE SANGRE” A CALDERÓN.- Quienes conocen de cerca al ex alcalde de Neza, ex diputado federal y ex senador, Héctor Bautista López, lo equiparan en su estilo por conseguir canonjías con el también ex legislador de izquierda, Gerardo Fernández Noroña, el famosos “clavadista” que logró notoriedad política al haberse arrojado a los pies del entonces presidente Ernesto Zedillo.
El perredista utilizó una ingeniosa forma de conseguir que en julio del 2007, el panista Felipe Calderón Hinojosa, lo recibiera en Los Pinos junto con el entonces Secretario de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña. Le mandó una carta escrita con sangre.
Por esas fechas el entonces senador de la República por el Estado de México, llevaba ya tres semanas en una supuesta huelga de hambre a las puertas de la Secretaría de Desarrollo Social, en protesta porque a los miembros de su organización Los de Abajo, la Sedesol, los marginaba de programas sociales como becas y apoyos a madres solteras. Su tinglado no estaba logrando sus propósitos por lo que optó por la famosa carta de sangre.
El legislador fue acompañado por los diputados federales de su partido Hugo de la Rosa y Eduardo Martínez Padilla, quienes conversaron con Calderón y con el secretario de Gobernación en la residencia oficial. Y a partir de esa fecha, comenta cierto ex colaborador, el senador no sólo cambió su tono beligerante sino que de manera encubierta se convirtió en uno de los legisladores de oposición más “colaboracionistas” con el mandatario en la Cámara Alta.
El PRD calificó el asunto como un “error político”, pero en el fondo aunque el encuentro pudo ser pernicioso para la imagen de su partido, en lo personal le trajo buenos beneficios pues lo mostró como el político acomodaticio que es y ha sido. Siempre dispuesto a irse por la libre en pos de sus ambiciones personales.
Este columnista quiso referenciar el bochornoso asunto para que el lector pueda entender el por qué cinco de los 12 diputados locales a los que hasta hace una semana encabezaba Bautista, ahora en su carácter de diputado local en el Congreso Mexiquense, decidieron desconocerlo como su coordinador por apoyar de manera preferente las iniciativas del PRI y enviar al archivo muerto las de su propio partido.
Uno de los promotores de la salida, el ecatepequense, Octavio Martínez, lanzó duros cuestionamientos al papel de su correligionario lo que ha ocasionado un inevitable rompimiento con el ex alcalde y un alto costo a la imagen de un perredismo que está luchando en el Estado de México por recobrar buena parte de sus espacios políticos. Obvio que Bautista no puede ofrecer argumento alguno en su defensa pues su papel de comparsa hacia las directrices del PRI es inocultable.
Sentimos que por la importancia que reviste en lo político y en lo electoral el Estado de México, desde los más altos mandos del perredismo nacional, Jesús Zambrano tendrá que voltear la vista a lo que está ocurriendo con su complaciente coordinador parlamentario, quien no está actuando a la altura de las circunstancias que impone la problemática social de la entidad más poblada del país y la obligación de la izquierda por plasmarla en las leyes locales.
No vaya a salirles Bautista a la gente del PRD del EdoMéx con la perogrullada de que está haciendo una especie de Pacto por México, en chiquito y de manera personalizada.
Además, el problema del defenestrado coordinador es que ni siquiera se ha tomado la molestia de someter a consideración de la mayoría de sus legisladores los acuerdos en que ha apoyado al PRI; es decir, que ha terminado por imponer su santa voluntad como la norma que rige los trabajos parlamentarios del PRD.
A ver si no, cuando se vea con el agua hasta el cuello nos sale con otra huelga de hambre aderezada con una cartita “sangrienta” –o mejor dicho, “sangrona”, como la enviada a Calderón--, para buscar “inmolarse” en pro de su partido al que ahora ha revestido de tricolor por así convenir a sus intereses.
Agradecemos sus comentarios a nuestro correo: garrasleo6@yahoo.com.mx
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lunes, 13 de mayo de 2013
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mayo 13, 2013
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