Directorio

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jueves, 10 de enero de 2013

Pensando y escribiendo

Nada es más grande que el “partido”

Elios Edmundo Pérez Márquez

Ecatepec, Méx.- Los últimos eventos de los que se tiene noticia y en los que, de una u otra manera, han intervenido conocidos personajes afiliados al PRD en Ecatepec, se han visto tan deslucidos que, los propios organizadores, han tenido que salir a las redes sociales a decir que, los resultados han sido excelentes; algo que, por supuesto, nadie cree, pero que ya se ha vuelto una costumbre entre los mencionados dirigentes: justificar el fracaso y hacer como que no pasa nada.

Lo mismo se hizo antes, durante y después de la campaña por la Presidencia Municipal; lo mismo se hace cada vez que hay que justificar el fracaso o el error, la derrota o el retroceso: “todo está bien”. Sin embargo, esos hechos, de suyo lamentables, a querer o no, nos obligan a reconocer algo que todos sabemos; que, por sabido se calla, pero que ya no se puede ocultar más: el PRD en Ecatepec, vive una profunda crisis interna que amenaza con extenderse y hacer que desaparezca la principal fuerza De Izquierda en el Municipio.

Esta visto que el PRD no se salvará con más Foros, ni más Mesas Redondas; ni con consultas ciudadanas, ni con regalar libros, ni con organizar jornadas médicas, ni con formar más grupos y, mucho menos, con instalar nuevas oficinas de cualquier representación, que no son, sino meros remedios caseros, o sea, curitas cuando, en realidad, al PRD lo que le hace falta es una cirugía mayor; dicho de otra manera, resulta obvio que, esfuerzos aislados, arrojan magros resultados.

Ya pueden venir el señor Senador o el señor Diputado o el señor Presidente del Partido, y esto, no va a cambiar ni a mejorar, pues todo obedece a un problema de origen que, por el momento, no vale la pena analizar, pero sí arriesgar y poner todo lo que esté de nuestra parte para resolverlo, antes de que sea demasiado tarde; claro, los que estén en disposición de hacerlo, por propia voluntad y no por la fuerza.

Más allá de lo que se diga en Ecatepec y sus alrededores, siempre se impone la terca realidad y ésta, a querer o no, indica que, en el PRD, no hay unidad, no hay cohesión, no hay vida orgánica, no hay actividad, no hay militancia ni activismo; tareas fundamentales para un partido que, en tanto entidad de interés público, su principal función, de acuerdo con la ley, es tomar el poder; para lo cual, ha de organizar, capacitar, formar y adoctrinar a sus afiliados.

En efecto, el Partido que estaba destinado a transformar la historia de nuestro país, agoniza sin que, en el mejor de los casos, sus afiliados se den cuenta y, en el peor de los casos, aun cuando sus afiliados se hayan dado cuenta, no hacen nada por evitarlo, a pesar de que, obvio es decirlo, el Partido los ha formado y los ha colocado en el mapa, ya que, al igual que todos, son por el Partido y, sin el Partido, no son nada.

En ese engaño que, permanentemente, se da al interior del PRD, también, entre sus afiliados, existe mucha confusión y hay quienes no saben la diferencia entre una Organización Social y el PRD; entre una oficina de atención ciudadana y el PRD; entre un gobierno y el PRD; entre un cargo de representación popular y el PRD, pero hay que decirlo: no son lo mismo, es decir, entre lo uno y lo otro, hay una gran diferencia; la misma diferencia que existe “entre la flama que alumbra y la flama que quema”: Nada es más grande que el Partido.

Una realidad concreta es que, por razones y motivos que sería interminable enumerar, los perredistas no saben construir y no saben trabajar en conjunto; una de esas razones, sin duda, es el temor que tienen a ser superados por los demás, o sea, por sus iguales; personas de carne y hueso, con los mismos derechos y obligaciones. Por eso, no compiten, no se miden y prefieren mantener un estatus de invencibles, aunque nunca hayan peleado, ni disputado el campeonato y, mucho menos, alcanzado el triunfo.

Esto explica que, los grupos y corrientes, vestidos de Organización Social, hayan terminado con activistas y militantes del PRD, y los hayan suplido por empleados y subordinados. Resulta más rentable y mucho más barato, además de que, con esto, no corren el riesgo de ser puestos en evidencia, ya que, el subordinado, acata y obedece, sin cuestionar; so pena de perder sus apoyos pecuniarios. Al PRD le conviene más un desempleado que sepa un oficio, que un “luchador social” que medre con la necesidad de la gente.

Los políticos del PRD, con honrosas y muy escasas excepciones, son malos políticos; laxos, ineficientes, improvisados, chambones, pues. No se reúnen, no se prueban, no se juntan, no debaten, no leen los periódicos, no se informan, no valoran la información, ni su relación con los medios, no actúan en consecuencia. Un ejemplo: al no reunirse, corren el riesgo de sobredimensionar o subestimar una información, un ataque o un conflicto. Para eso son las reuniones, para empatar la información, para ponderarla y/o analizarla y saber qué hacer. Fácil, ¿no?

La terca realidad indica que el PRD ha dejado de ser una opción, tanto para el electorado, como para el pueblo en general, pues no se percibe ninguna diferencia sustancial con el PRI, ni con el PAN.

Uno de sus graves problemas, y que tiene al PRD al borde de la desaparición, es que carece de Líderes, en la verdadera acepción del término. Sí cuenta con muchos dirigentes que se ostentan como tales, pero que, con las mismas honrosas y muy escasas excepciones, en realidad, son meros gestores, coyotes amarillos, comisionistas, que no responden a los grandes intereses del partido y la sociedad, sino a sus propios intereses personales y/o de su grupo o expresión.

Sí cuenta con compañeros esforzados y voluntariosos, incansables y madrugadores pero, de eso, a ser considerados y recocidos como Líderes, hay una gran diferencia y, en el caso de muchos otros, por deserción, por las circunstancias o por el tiempo transcurrido, han sufrido un gran desgaste, y ya muy poco pueden aportar , sobre todo, tomando en cuenta que, sus intereses y motivaciones, distan mucho de ser lo que fueron cuando las fuerzas de Izquierda eran un embrión y, al día de hoy, ante la real politiquee, sectarios y dogmáticos, con desayunos en el Vip’s, el California, La Casa de Pedro y Sara, y el Café Canela, han pintado su raya y marcado su distancia con la gente, que los ve con escepticismo, ya que, su principal intención, no es aportar algo en el presente, sino que se les reconozca y valore por lo que dicen haber hecho en el pasado. (Continuará)

eliosedmundo@hotmail.com

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