Se espera que la capacidad mundial de importación de gas natural licuado se expanda 16 por ciento, o 23 mil millones de pies cúbicos por día para fines de 2024.
Sucedió otra vez. En su momento, priistas y panistas sacaron
todo el provecho posible al petróleo y a la gasolina. Los morenistas intentaron
hacer algo parecido, pero no les salió.
Dejaron ir nuevamente la oportunidad de generar negocios
mundiales con el gas natural, un producto que el gobernante en turno ignora, un
error de visión incomprensible.
Vean lo que publicó ayer el gobierno estadounidense respecto
a una actividad que ya explotó y va a estallar más en el mundo:
“Tres países más comenzaron a importar gas natural licuado
este año y más seguirán”, fue titulado el reporte firmado por analistas de la
Agencia de Información Energética de Estados Unidos (EIA), que explica la
situación de Alemania, Filipinas y Vietnam, como nuevos clientes del producto.
Se refieren al negocio de LNG por sus siglas en inglés. La
actividad consiste en extraer gas natural del subsuelo, llevarlo por ductos a
la costa, enfriarlo o licuarlo para comprimirlo, subirlo a un barco parecido a
esos viejos “banana split” con bolas de helado, que luego cruza el océano y lo
entrega en una terminal de regasificación para entregarlo a consumidores.
Eso salvó a Europa del congelamiento urbano durante el
invierno ante recortes de suministro de una Rusia en guerra. ¿De dónde creen
que salió el dinero de Qatar para el Mundial de la FIFA?
El gas natural también ayuda a los países a reducir sus
emisiones, pues su combustión en turbinas parecidas a las de los aviones,
genera electricidad. Con eso las naciones sustituyen el uso de carbón,
combustóleo o diésel. Por esas y otras razones, lo demandan más que nunca. ¿El
resultado?:
“Se espera que la capacidad mundial de importación de gas
natural licuado se expanda un 16 por ciento, o 23 mil millones de pies cúbicos
por día para fines de 2024″, advirtió la EIA.
“Para fines del próximo año esperamos que Antigua,
Australia, Chipre y Nicaragua comiencen a importar GNL. Varios países más se
encuentran en etapas avanzadas de desarrollo de la capacidad de importación de
GNL”, añadió.
Hasta ahora no parece haber fin para las oportunidades en el
negocio. En Argentina, la petrolera del estado, YPF, firmó hace un año con la
malaya Petronas para extraer y exportar gas natural licuado.
Asia expande su capacidad de regasificación: China añade 8
mil 500 millones de pies cúbicos diarios; India añadirá mil 300 millones con
las terminales Dhamra LNG y Chhara LNG en 2023.
Por corruptos o por falta de visión, los gobiernos
anteriores centraron su atención en la extracción del petróleo que tiene una
demanda que ya no crece, pero que entrega regularmente un alto margen de
ganancias, idealmente al erario.
El actual, apuesta abiertamente a la producción de gasolina
pese a avisos desde todos lados de que coches híbridos y eléctricos avanzan
aceleradamente en la preferencia del público.
Hay reservas nacionales de gas, algunas de ellas cercanas a
la zona que está haciendo más ricos a los texanos. Hay leyes que permiten la
extracción por parte de Pemex o por empresas privadas. Los proyectos no cuajan
probablemente por ignorancia. No hay muchas razones adicionales.
La situación llega al ridículo. Este país no admite la
producción mediante el fracking, pero importa toneladas del que fue
extraído mediante ese proceso del otro lado de la frontera norte. Nuestro
consumo es deficitario ante una Pemex que por falta de recursos de inversión
del Estado batalla para elevar la extracción nacional.
El extremo: gobernantes locales celebran la construcción de
una planta que sí exportará LNG desde Sonora, el proyecto es propiedad de una
empresa basada en Houston llamada Mexico Pacific Limited, el gas será importado
desde Estados Unidos para luego embarcarlo desde suelo nacional. Se renta
pasillo mexicano… a bajo costo.
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