Adán le cierra el paso a May y éste lo desafía: vengo a Tabasco
Vive Morena un Kramer vs. Kramer, donde ORO sería la carta
oculta
La a contribución más trascendental de Andrés Manuel López
Obrador a Tabasco no es la Refinería Olmeca ni la porción del estado en el
proyecto del Tren Maya. Su auténtico legado histórico en estas tierras no es
material, pero es perdurable e irreversible: la transición hacia la democracia
y, con ella, el fin de los 90 años del PRI. Aunque esta democracia todavía es
frágil ha permitido a los tabasqueños experimentar una transformación política
en los últimos 12 años: del PRI con Granier (2007-2012), al PRD con Núñez
(2013-2018) , y hoy Morena con Adán-Merino (2019-2024). Este movimiento, que ha
crecido rápidamente, no solo ha alterado el sistema de partidos local, también
ha absorbido a políticos tradicionales, ahora «renovados» dentro de la Cuarta
Transformación (4T).
Para algunos analistas políticos y opinadores, esos
expriistas representan el verdadero peligro en la próxima contienda
gubernamental, una especie de confrontación igual a la película estadounidense
de 1979, «Kramer vs. Kramer». En esta versión choca, Javier May y sus
seguidores asumirían el papel de Dustin Hoffman, mientras que Adán Augusto y el
grupo gobernante, incluyendo a varios miembros del PRI, desempeñarían el papel
de Meryl Streep.
En la película, que ganó cinco premios Óscar, los «Kramer»
intentan destruirse en una batalla por la custodia de su hijo. En la versión
tabasqueña, este conflicto evoca enfrentamientos políticos pasados y el interés
en juego no es otro que la gubernatura de Tabasco para el 2024-2030.
«El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos
los que jugamos» (WILLIAM SHAKESPEARE)
Aunque la comparación con «Kramer» pueda parecer muy
melodramática, no lo es si repasamos el enfrentamiento entre estos dos grupos,
que tuvo una nueva escalada la semana pasada, cuando el sábado 8 de julio,
desde el corazón de La Chontalpa, Adán Augusto López Hernández cambió su
discurso nacional por uno más beligerante y local, en el que prácticamente
cierra el paso a Javier May para la gubernatura:
«Los que se sientan caciques o se crean caciques que se van,
esos no van a estar en Tabasco, ha costado tantos años de lucha y de entrega
como para que ahora vengamos a pensar en satisfacer el ego de unos cuantos»,
remató la « corcholata» tabasqueña, y todos sabían que el mensaje era para
Javier May… y así se fue Adán, a seguir recorriendo el país. Pero esta vez hubo
respuesta rápida: tres días después, a través de un aliado de Adán, Emmanuel
Sibilla, titular de Telerreportaje, y eso quizás haya dolido más, May desafió a
Adán anunciando que en septiembre vendría en busca de la candidatura, para él o
para Octavio Romero:
«Hemos platicado con el Presidente, ya iniciamos el proceso
de entrega a Sedena, y yo termino esta parte. Él me plantea que después del
informe me pueda retirar. Vengo a Tabasco», soltó Javier May Rodríguez.
«¿En búsqueda de la candidatura al gobierno?», preguntó el
adancista. «Vamos a esperar la convocatoria del partido», respondió el del
tren. Pero a la vez, Javier dejó abierta una puerta: «Hemos platicado con
Octavio, él está valorándolo [participar por la candidatura] porque Pemex es un
área estratégica y va a recibir la refinería. Octavio tiene todos los méritos.
Si él decide participar, tendrá todo mi apoyo [y me haría a un lado porque]
Octavio es una garantía, una persona con muchos méritos». Un tema que aquí ya
consideramos (El Tabasqueño, 29 de mayo).
Esa declaración, en el mencionado programa de noticias fue
como darse un balazo en el pie.
Javier May Rodríguez se formó en la pastoral social de
Comalcalco, donde se entrelazaban religión y defensa de los derechos humanos.
Tuvo una larga trayectoria en el PRD. Desde 1990 ocupó diversos cargos dentro
de la estructura del partido, incluyendo la dirigencia estatal y municipal en
Tabasco entre 1995 y 1999. Además, fungió como diputado local y dos veces
alcalde de Comalcalco, primero por el PRD en 2007-2009 y luego por Morena en
2016-2017, aunque abandonó su segundo mandato para buscar una candidatura al
Senado. Pocos días después de llegar al Senado, se unió al gabinete de AMLO,
coordinando Sembrando Vida.
Mientras Octavio Romero se unió al movimiento liderado por
López Obrador en 1988. Fue invitado por él a sumarse al PRD al fundarse en
1989. En los 90, fungió como diputado federal por el PRD y, en 1997, representó
al sol azteca por la alcaldía de Centro, sin éxito. De 1998 a 2000, fue
presidente estatal del PRD. Ha estado junto a AMLO, dándole apoyo desde
diversas trincheras. Desde 2019 es director general de PEMEX, y aunque fue
enviado a Ciudad del Carmen como parte de la prometida descentralización, gran
parte de su tiempo recorre Tabasco, inspeccionando infraestructuras petroleras
o entregando apoyos para desarrollo social.
Romero Oropeza y May Rodríguez surgen como fundadores del
movimiento de la 4T en México. Sin embargo, su origen se remonta a finales de
los 80, cuando AMLO se distanció del PRI y dio forma a lo que después sería el
PRD en Tabasco.
Allí encontramos las raíces de esta Cuarta Transformación,
cuando May y Romero Oropeza se unieron a AMLO y lideraron el cierre de pozos
petroleros, enfrentar hasta cárcel en defensa de sus ideales. Por otro lado,
Adán Augusto se unió al movimiento de izquierda en México y en su estado natal,
Tabasco, representado por el PRD en los primeros años del siglo XXI. Vale la
pena recordar su participación en la campaña de Manuel Andrade para la
gubernatura de Tabasco en el año 2000. Además, fue propuesto por el PRD para
encabezar un gobierno interino tras la anulación de la elección en el mismo
año.
Algunos creen que Adán llegó a la escena política con el
camino allanado, sin haber experimentado las adversidades sufridas por los
fundadores del movimiento en Tabasco. Aquí es donde surgen las discrepancias
entre «los fundadores» y «los notarios», o también llamados «ex gurriístas»,
incorporados por Morena. Cabe mencionar que entre los cercanos a AMLO desde
Tabasco se encuentran Octavio, May y un tercero que ya ha partido a otra vida,
Alberto Pérez Mendoza. Adán, en cambio, ascendió rápidamente hasta el círculo
íntimo de AMLO, obteniendo diversos cargos bajo la bandera del PRD. Una vez
consolidado en Morena, no tuvo dificultades para asegurar la candidatura a la
gubernatura de Tabasco en 2018. Mientras tanto, May aspiró a un escaño en el
Senado y Oropeza se unió a la campaña de AMLO.
Ahora, en la segunda participación de Morena por la
gubernatura, ellos sienten que es el turno de su grupo, May-ORO. Sin embargo,
esta idea no es compartida por Adán, quien ha comenzado a mencionar nombres de
personas que podrían aspirar a la gubernatura dentro de su grupo político,
compuesto por diversos notarios y algunos ex priistas, entre ellos quienes
reprimieron a los fundadores del movimiento en Tabasco.
En resumen, se vislumbra un choque de trenes en la sucesión
estatal, pero entre las «locomotoras» de un mismo proyecto. Las declaraciones
de May han aclarado una nueva lógica: el candidato de AMLO a la gubernatura
podría ser Oropeza y no él, algo que muchos en Tabasco evitan reconocer, pues
Octavio no ha dado señal de buscarla. Sin embargo, podría ser un distractor de
AMLO para proteger a Oropeza, impidiendo su desgaste y enviando al frente de
batalla a alguien que quizás no es el candidato final, como May, quien en su
momento declinará a favor de la elección de AMLO. Parece que Adán y sus
seguidores no han entendido este juego y han atacado a alguien que podría no
ser el candidato definitivo.
En conclusión, sea Javier May Rodríguez u Octavio Romero
Oropeza, lo que parece claro es que, por decisión de AMLO, uno de ellos será el
próximo gobernador y el grupo contrario se conformará con candidaturas a
alcaldías y diputaciones. Queda por ver si esta disputa política en Tabasco
seguirá escalando y si la figura de AMLO jugará un papel determinante en la
elección del candidato final. Solo el tiempo dirá cual será el desenlace de
esta lucha por el poder en Tabasco.
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