Nació mal la alianza en la que tantos arriesgaron sus carreras, patrimonio y hasta su libertad para construir.
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Lo que mal empieza, mal acaba.
Cuando el público estaba a la espera de la ruptura de Morena
por la candidatura presidencial, vino la chambonada del presidente del PRI y el
presidente del PAN.
En realidad, era de esperarse.
No hay manera de que algo salga bien con Alito Moreno
como mascarón de proa.
Políticos sin palabra, como él, hay muchos. Con una carrera
que los hace vulnerables, también hay muchos.
En más de 40 años de reportero nunca había oído a un
político expresarse de manera tan sucia, procaz y despectiva hacia periodistas,
sus compañeros de partido, contra el prójimo en general, como el presidente del
PRI.
Una alianza que era para firmar con lustre en defensa de la
democracia y las libertades en el país, Moreno y Cortés la vulgarizaron a un
reparto de cuotas.
Edomex y Coahuila para el PRI, la CDMX y la candidatura
presidencial para el PAN.
Alejandra del Moral es candidata porque está mejor
posicionada en las preferencias. Lo mismo que el candidato al gobierno de
Coahuila.
Pero de la chistera sacaron que la candidatura presidencial
no será producto de una encuesta, o de un proceso de selección atractivo,
festivo, triunfal, sino que es para el PAN. La jefatura de Gobierno también.
Qué manera de romper al PRI.
Y de ningunear a la sociedad civil que se ha organizado en
distintas plataformas para frenar el avance del autoritarismo y la ilegalidad
de Morena, con una candidatura presidencial conjunta entre fuerzas
democráticas.
¿Ya le preguntó Moreno a Adrián Rubalcava si está de acuerdo
en declinar a sus aspiraciones en la Ciudad de México, para dejarle el paso a
un panista, quien sea que fuere?
Así, en frío. Sin encuesta ni propuesta. Fuera.
¿Ya habló Moreno con Claudia Ruiz Massieu y Beatriz Paredes?
Son dos personas con mayor trayectoria partidista y
solvencia intelectual que él, y se enteraron por las noticias que deben deponer
su legítimo interés por participar en la contienda por la candidatura a la
Presidencia.
A un lado, doña Beatriz; quítese, señora Ruiz Massieu.
Quiero bien limpio el auditorio Plutarco Elías Calles para ungir a nuestro
candidato, don Santiago Creel Miranda.
En casi todos los sectores democráticos hay clamor por una
alianza opositora para evitar que se prolongue la destrucción del país que
lleva a cabo el gobierno de Morena.
Los dirigentes de los partidos, que ahora más que nunca
tendrían que escuchar a la sociedad, le dan un portazo en la cara.
Yo pongo en Edomex y Coahuila, y Marko pone en la CDMX y en
la candidatura presidencial, es el mensaje de Alito a los militantes
y simpatizantes de su partido. Y a la sociedad civil.
Para adornar un poco a la horrible criatura que acaba de
nacer, Marko Cortés dijo que las candidaturas a la Presidencia y a la jefatura
de Gobierno serían elegidas “con los métodos de Acción Nacional”.
Resulta peor. ¿Los van a elegir como eligieron a Anaya
candidato presidencial?
Una decisión cupular rompió al PAN. Dejó fuera de la
competencia a la candidata con mayor arrastre, Margarita Zavala.
Además, provocó la salida del partido de sus dos
expresidentes de la República.
Con esta decisión, que los panistas ponen –y no una encuesta
entre la ciudadanía–, quedan fuera candidatos independientes, valiosos y
competitivos para la presidencia de la República, como Xóchitl Gálvez.
Dejaron fuera al PRD, por un acuerdo de Moreno y Cortés.
El dirigente priista ha sido grosero con Luis Donaldo
Colosio Riojas.
Insolente, Moreno dijo que quienes no estaban de acuerdo con
lo que él acordó con el PAN, le hacían el juego a Morena.
Miren quién lo dice: el que conminó a los diputados priistas
a votar en favor de la militarización del país, obligatoriamente, hasta el
final del próximo sexenio.
Nació mal la alianza que tantos arriesgaron sus carreras,
patrimonio y hasta su libertad para construir.
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