MAURICIO VALDÉS
Ayer en la conferencia de prensa mañanera del Presidente Andrés Manuel López Obrador, se informó de las obras en construcción para la conectividad del Aeropuerto Internacional “Felipe Ángeles” (AIFA) y algunas regiones del Estado de México y Ciudad de México, que han dado prioridad al automóvil y autobuses en lugar de priorizar el transporte colectivo, no contaminante del ferrocarril o metro. Y destaco ausente el llamado transporte ferroviario de carga, como sucede en las poblaciones más avanzadas de Europa, y la posibilidad de aprovechar dichas vialidades con ductos de agua y energéticos.
Soy de quienes opinamos: menos autos y más trenes. Eso significaría ahorro de energéticos, menores tiempos, riesgos de traslados y menor contaminación. Nuestros gobernantes no son todólogos, ni sabelotodo, pero hay expertos que pueden ayudarnos a tomar las mejores decisiones.
El crecimiento de autopistas nos condena a pagos de peaje cada vez más altos, lo que incrementa costos de traslado tanto de personas como de carga y la dependencia de energéticos, al menos hasta que lleguen suficientes y accesibles transportes eléctricos. Las autopistas tampoco resuelven los congestionamientos en horas pico, menos en la región metropolitana que está colapsada, con enormes riesgos para la población. Se olvida que el tren es más competitivo que las autopistas.
Faltan soluciones más imaginativas. Nada se dice de las llamadas “autopistas ferroviarias” para subir en trenes los transportes de carga y evitar su circulación en la zona metropolitana, de manera complementaria, una de las más congestionadas del país. Y no se diga la demanda de reducción de accidentes con perdidas de vida y económicas. Así como la más eficaz medida para impedir la frecuente queja por violación de normas de pesos y medidas de los transportes de carga.
Aunque sigan algunas voces en contra de la construcción del tren Maya, el tiempo demostrará sus beneficios, por lo que insisto: hace falta desarrollar más este transporte en la zona metropolitana de la CDMX y otras regiones del país, con visión intermodal, tanto en el transporte de carga como de pasajeros. Demandamos soluciones más imaginativas para lograr movilidad sostenible.
Otra medida poco comentada, pero fundamental, ha sido volver a fabricar los trenes en las instalaciones de Ciudad Sahagún que los neoliberales habían cerrado. Es un gran paso. Así como alentar el uso de la bicicleta en donde sea posible, como lo han realizado las autoridades del municipio de Texcoco. Insistir en el respeto a los carriles confinados para autobuses, que, en su mayoría dentro del Estado de México, son regularmente violados por la falta de frecuencia de los servicios. Dejar atrás los discursos que no resuelven nada.
@MauricioTexcoco
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