Ignorancia, desconocimiento de los Estatutos del PRI o mero
protagonismo puede afectar seriamente a Gaby Ávila a quien no se le ´puede
negar se le augura una provisoria carrera política y gran desarrollo en el
ámbito profesional, pero se metió en un embrollo.
Decimos esto, porque la joven hija del tecamaquense Gaspar Ávila, puede ser sancionada por su partido el PRI por un período para desempeñar cargo de elección o público o en su extremo ser expulsada de las filas del tricolor.
Todo esto, se da por tratar de sorprender y engañar a la dirigencia estatal priista, por realizar doble juego, ya que cobró como delegada municipal del PRI en el municipio de San Martín de las Pirámides y sin considerar que esto la imposibilitada se inscribió como aspirante a presidente comité municipal del tricolor en Ecatepec.
Esta situación, la tiene en un hito de ser sancionada y obligada a renunciar a su cargo de delegada y devolver las percepciones que recibió por el mismo
Gaby Ávila es una joven que efectivamente nació en Ecatepec y por tal hecho tiene derecho a aspirar a la dirigencia de su partido, lo que no le es permitido, es que al tener un cargo de alta responsabilidad operativa, haya engañado inicialmente a la Comisión Municipal de Procesos Internos del PRI.
Además actuando de muy mala fe utilizó a Víctor Maldonado de la Secretaría de Diversidad de Género como compañero de fórmula y no le haya considerado que estaba impedida para ser lo.
La situación, al interior de su partido el PRI se agrava, porque su osadía fue a más cuando impugno a título personal el proceso de selección sin tomar en consideración que estatutariamente estaba imposibilitada pero además todavía se presentó a cobrar sus emolumentos como tal
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