Si en las elecciones de 2024 los tiempos fueran parecidos a los de 2017, la carrera se intensificaría hacia mayo de 2023, en un año aproximadamente.
Faltan 747 días para las elecciones de 2024. Parece
mucho tiempo, pero no lo es.
El proceso electoral formal, de acuerdo con la legislación
vigente, comenzará en septiembre de 2023.
Para esa fecha, tradicionalmente, las principales fuerzas
políticas en contienda o ya habrán definido a sus candidatos presidenciales o
estarán cerca de hacerlo.
Aunque se sabía que AMLO iba a ser el candidato de
Morena a la presidencia desde 2012, fue en noviembre de 2017 cuando el tema se
formalizó.
José Antonio Meade fue designado candidato presidencial
del PRI el 27 de noviembre de ese año.
Ricardo Anaya se presentó como candidato del frente
PAN-PRD-MC, el 10 de diciembre de ese mismo año.
En realidad, el proceso de definición de los candidatos
tenía una historia de por lo menos de seis meses de actividad política intensa
y negociaciones, antes de las designaciones formales.
Si en las elecciones de 2024 los tiempos fueran parecidos,
la carrera se intensificaría hacia mayo de 2023, en un año aproximadamente.
Pero… en la práctica, hay dos tiempos.
Los de Morena, que llevan en la carrera desde hace
meses. Y los de la oposición u oposiciones, que… no han
comenzado.
La encuesta sobre ‘presidenciables’ que presentó ayer El
Financiero, muestra algunas cosas interesantes, considerando que se trata de la
foto de mayo de 2022.
1.- Si los partidos opositores presentan candidatos
individuales a la presidencia, las elecciones de 2024 serían un día de
campo para Morena, que ganaría con una ventaja sumamente amplia. Sin embargo,
aun así no está claro que pudiera obtener la mayoría absoluta en las cámaras
del Congreso.
2 - Dentro de Morena, por lo pronto, la contienda es de
dos. La ventaja que tienen Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard respecto
al resto de los aspirantes es muy grande. Entre simpatizantes de Morena
prácticamente están empatados, mientras que entre la población general la jefa
de Gobierno de la CDMX lleva 8 puntos de ventaja.
3.- El secretario de Gobernación, Adán Augusto
López, a quien se ha mencionado insistentemente como otro de los aspirantes, tiene
una enorme desventaja tanto entre simpatizantes de Morena como entre la
población general. Una de las explicaciones de ello es que es un desconocido.
Solo 63 por ciento de la gente lo conoce, frente al 90 por ciento de Ebrard o
el 87 por ciento de Sheinbaum.
4.- Cuando se explora la preferencia electoral
considerando posibles coaliciones, entonces la competencia se pone más
interesante. Aunque Morena va adelante, con un 45 por ciento de las
preferencias, la distancia respecto a una hipotética coalición PRI-PAN-PRD,
sería de solo 5 puntos. Un margen que podría ser remontable en
función de la campaña y del candidato o candidata.
5.- Movimiento Ciudadano (MC), como ha ocurrido en procesos
estatales recientes, puede tener un rol muy importante. La encuesta arroja
un 9 por ciento de las preferencias. Si, como ocurrió en 2018, MC se sumara a
una coalición opositora, probablemente cerraría la competencia o incluso le
daría cierta ventaja a la oposición. Si, como ha hecho en procesos estatales,
lanza candidatos propios, el efecto en el resultado global dependería del
candidato nominado. O bien, podría darle ventaja adicional a Morena, o quitar
votos al partido en el gobierno.
Falta mucho por ver.
Lo que sí queda claro es que si el presidente López Obrador
y Morena logran evitar la formación de una coalición opositora, salvo
sorpresas, prácticamente habrían asegurado el triunfo en 2024.
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