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martes, 3 de mayo de 2022

Adiós a las golondrinas y los azotadores: cómo en Ciudad de México cada vez desaparecen más aves e insectos

 


Basta con recordar hace algunos años cuando las golondrinas hacían sus nidos en las casas de la Ciudad de México, o era común ver insectos como azotadores en los jardines o patios, pero actualmente las personas han notado que cada vez llegan menos y estos insectos son más difíciles de observar. Esto no es un caso aislado, pues poco a poco se han visto menos especies de insectos y aves en la ciudad donde al mismo tiempo cada vez hay más población y más edificios.

De acuerdo con la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO) en la Ciudad de México y sus alrededores se han registrado aproximadamente 386 especies de aves silvestres. Algunas de estas aves son permanentes y otras migratorias como es el caso de las golondrinas que llegan a la Ciudad de México cada verano para tener a sus crías.

Gerardo Ceballos, investigador en el Instituto de Ecología de la UNAM, afirmó a Infobae México que lo que se está viendo en la capital es que sí hay menos aves en general y tiene que ver con el impacto de nuestras actividades. En el caso de las golondrinas mencionó que es una de las especies de aves con mayor distribución en el mundo, pero aún así están decreciendo sus poblaciones.

“Específicamente se debe a que tenemos menos ambientes naturales, estamos destruyendo muchos bosques y selvas, en la Ciudad de México es clarísimo que los bosques alrededor, muchos jardines y vegetación natural que había en los años 70-80 han salido perdiendo”, declaró.

Tal es el caso recientemente de la palma que retiraron de Paseo de la Reforma a causa de un hongo; de acuerdo con información oficial actualmente existen aproximadamente 15 mil palmeras en la Ciudad de México y que alrededor del 25% de ellas tiene algún tipo de plaga.

Ceballos comentó que otro de los factores es el uso de muchos productos químicos, como los pesticidas. Los animales se terminan muriendo por envenenamiento. El decremento de las aves también tiene que ver con su captura, pues muchos individuos se venden en cautiverio como los gorriones o jilgueros.

Debido a estos factores, afirmó, a esto se debe que hoy en día vemos menos golondrinas, menos colibríes, menos chinitos en la Ciudad de México. Estos últimos llegan en invierno y son reconocidos por tener un copetito, pero en cuanto llegan a México las personas los atrapan para venderlos en jaulas.

Es conocido que antes en la Ciudad de México y en sus alrededores las golondrinas eran muy vistas en las casas, Ceballos contó que cuando fue creciendo en Toluca, en su casa llegó a ver tres o cuatro nidos cada año, pero aproximadamente hace 10 años que ya no hay. “Este patrón que se está observando de la pérdida de las aves es un patrón global y es una llamada de alerta” comentó a Infobae México.

De acuerdo con la CONABIO la transformación de ecosistemas y su deterioro, la urbanización, contaminación y el impacto de especies invasoras son algunos de los factores que tiene la crisis ambiental y que afectan directamente a las aves.

A esto Ceballos agregó que algunas de las aves que más se ven en la Ciudad de México son los zanates, de color negro que son parecidas a los cuervos y son agresivos con las aves más pequeñas, también está el gorrión café, las palomas y tordos negros. Estos últimos, de acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México, son una plaga avícola y son considerados parásitos de nido porque ponen sus huevos en nidos de otras aves.

Lamentablemente no son los únicos animales que han sufrido decrecimiento en su población, pues de acuerdo con la UNAM, el planeta está sufriendo una extinción masiva de insectos. “El mundo se está colapsando, estamos entrando en una crisis ambiental sin precedentes. Las extinciones son lo de hoy y cada vez son más las especies que desaparecen”, declaró Alejandro Córdoba Aguilar de la UNAM.

Antes era muy común ver los azotadores negros, orugas que se convierten en polillas y que entraban a las casas sin pedir permiso, estos se arrastraban muy lentamente y reposaban en las hojas. Su método de defensa es generar irritación al contacto con la piel pues tienen espinas y en varios lugares es considerada también una plaga.

Gerardo Ceballos contó que antes cuando se viajaba a Acapulco, por ejemplo, el parabrisas del coche se llenaba de insectos; hoy en día se estrellan uno o dos a lo mucho. “Lo que la gente observa está ocurriendo, el decremento de las poblaciones”, declaró.

Al momento de querer acabar con una plaga y usar insecticidas en casa se mata tanto a insectos malos como a los buenos. Ceballos comentó que es necesario ver el problema de la Ciudad de México para decir que es un fenómeno muy amplio, pues no es específico de la capital.

Por último, recomendó tener más vegetación y tratar de priorizar a las especies nativas: “Sería importante que hubiera campañas de control, por ejemplo en el Bosque de Chapultepec, que se usen pesticidas biodegradables, que no compráramos animales silvestres, que fuéramos más cuidadosos en nuestro consumo”.

“Si sabemos cuáles son las causas y sus consecuencias, deberíamos poder hacer acciones correctas”, afirmó.

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