Por enésima vez, el cartujo vuelve, emocionado, a las páginas de El desastre, donde José Vasconcelos cuenta su experiencia como rector de la Universidad Nacional y creador de la Secretaría de Educación Pública, hace casi 100 años.
¿Habría escuchado, agachado y temeroso, cómo en una conferencia de prensa el primer mandatario, sin nombrarlo, tiraba a la basura una de sus medidas (la “carta responsiva”) para el regreso a clases presenciales diciendo: “fue una decisión de abajo”? ¿Es posible imaginar en el explosivo oaxaqueño la mansedumbre de la texcocana Delfina Gómez Álvarez, su actual sucesora en la SEP?
Vasconcelos fue ardiente defensor de sus ideales y proyectos. Para crear una biblioteca había solicitado un terreno propiedad del gobierno sobre avenida Juárez. En principio se lo concedieron, pero otros funcionarios decidieron sacarlo a remate, ignorando el compromiso adquirido con el autor de La raza cósmica. Molesto, fue a ver al presidente Álvaro Obregón a Palacio Nacional, llevando —dice— dos documentos en su cartera. Al explicarle la situación, el primer mandatario respaldó su solicitud y le dijo: “prepáreme un acuerdo para que ese inmueble vuelva a quedar afectado a Educación”. Vasconcelos sacó uno de los documentos de su cartera diciéndole: “En previsión de que usted haría justicia, traigo aquí redactado ya el acuerdo”. No lo comentó, pero el otro documento era su renuncia en caso de fracasar en sus gestiones. El cambio de gobierno frustró la creación de la biblioteca imaginada por el filósofo, pero su gesto permanece como lección de probidad.
Delfina Gómez negó la existencia de la malhadada carta el pasado jueves. Era —dijo— “un formato de trabajo, no se llevó a cabo, se eliminó, y en atención también a lo que nuestro Presidente nos ha dicho y que estoy totalmente de acuerdo (…), no queremos burocracia, queremos que, si eso crea problema o alguna situación de incertidumbre, tan fácil como eliminarlo”. Por cierto, secretaria, ¿conoce el significado de la palabra dignidad?
Queridos cinco lectores, con indignación y tristeza por el asesinato del periodista veracruzano Jacinto Romero Flores, El Santo Oficio los colma de bendiciones. El Señor esté con ustedes. Amén.
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