El pago de pensiones y jubilaciones crece paulatinamente
de tal manera que hoy es el principal riesgo para la sostenibilidad de las
finanzas públicas.
Datos de la Secretaría de Hacienda muestran que en 2020 el
sector público destinó 954 mil 461 millones de pesos a pagar pensiones, monto
que, en perspectiva, representa un crecimiento de 9.2% promedio anual real en
los últimos 25 años, con lo que el peso de las pensiones públicas pasó de 4.5%
a 15.9% del gasto total entre 1995 y 2020.
A esta presión se suma la pensión de adultos mayores, que
entre 2018 y 2019 se triplicó en términos reales. En 2020 y 2021 volvió a
crecer, y ahora los Precriterios 2022 muestran que pasará de 135.6 a 240 mil
millones de pesos.
Según el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria
(CIEP), la promesa presidencial de aumentar el apoyo a adultos mayores (de
2,500 a 6,000 pesos bimensuales) y de reducir la edad para recibirla (de 68 a
65 años) elevará el gasto pensionario de 4.7 a 6.5% del PIB entre 2020 y 2024,
por lo que pasará de 18.1 a 26.2% del gasto total en ese lapso.
Pilares del sistema de pensiones:
Pilar uno: Pensión para adultos mayores
Pilar dos: Pensiones de organismos públicos
Pilar tres: Cuentas individuales o afores
Pilar cuatro: Ahorro voluntario
Alejandra Macías, experta en pensiones e investigadora del
CIEP, explicó a Excélsior que la decisión de incrementar la pensión de adultos
mayores no estaba en la batería de temas urgentes del sistema pensionario, y
lamentó que la decisión no fuera producto de una propuesta estructurada sobre
su viabilidad.
Comentó que el sistema de pensiones mexicano tiene cuatro
pilares y el reto más grande está en el pilar dos, que son las pensiones de
beneficio definido del IMSS, ISSSTE, Pemex, CFE, entre otras.
Esto porque no sólo son las que consumen mayor parte del
presupuesto y las que más crecen año con año, sino que tienen un problema de
transparencia, ya que no se puede dar seguimiento puntual al número de
pensionados totales.
Dijo que la pensión para adultos mayores la recibirán 10.7
millones de personas de 65 años y más, y para 2024 esa cifra será de 12
millones.
Para atemperar la presión fiscal del anuncio presidencial,
Macías se mostró partidaria de regresar al esquema anterior, en el cual esta
pensión no era universal, sino que la reciban sólo quienes no tuvieran una
pensión pública contributiva.
Sin embargo, manifestó que esto tendría algunos problemas
que resolver. Primero, porque no todas las pensiones públicas son altas, por lo
que un segmento importante de la población verá injusto que le quiten la
pensión de adultos mayores. Y segundo, porque existe una clase media que paga
servicios que el Estado brinda de mala calidad, como salud o educación, y ven en
la pensión de adultos mayor una manera de compensar esta deficiencia.
Alejandra Macías cuestionó la pertenencia de elevar el monto
de pensiones para adultos mayores en una época en la que se tienen múltiples
necesidades inmediatas, como un mayor gasto en salud.
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