Directorio

Directorio

martes, 28 de julio de 2020

Quieren puertos, pero no pueden con Pemex





Darío Celis



Colocado en el centro de las críticas por haber decidido militarizar aduanas y puertos, el presidente Andrés Manuel López Obrador debería voltear a ver lo que sucede en las instalaciones de Pemex.

Aquí le platicamos hace unos días el desorden que generó a la terminal portuaria de Dos Bocas la llegada de Pedro Almazán, subdirector de Salvaguardia Estratégica. El general está abriendo frentes de conflicto.

Y es que está contraviniendo los acuerdos que la petrolera dirigida por Octavio Romero tiene con la Defensa Nacional que comanda Luis Cresencio Sandoval y la Marina que capitanea José Rafael Ojeda.

Desde hace dos sexenios, la seguridad de instalaciones estratégicas de Pemex depende de convenios de colaboración con las instancias castrenses, bajo el contexto de preceptos de seguridad nacional.

Las secretarías de Defensa y de Marina proporcionan de manera permanente protección y seguridad a las instalaciones estratégicas de Pemex, así como patrullaje a su red de ductos.

A la Marina le toca la seguridad en costas y zonas marítimas, rubro en el que el almirante Ojeda ha fallado, porque el pirateo a embarcaciones en el Golfo de México se disparó en los 19 meses de gobierno.

Actualmente más de mil 500 elementos de la Defensa están destinados a la vigilancia de instalaciones de Pemex con un costo de unos 850 millones de pesos anuales para la empresa productiva del Estado.

Por lo que hace al caso de la Marina Armada se México, se tiene documentado que solamente entre 2017 y 2019 por concepto de vigilancia Pemex pagó 312 millones de pesos.

Cada elemento de la Marina implica un costo diario de 818 pesos, además de los costos de traslado de personal en buques, que generan erogaciones de hasta 200 mil pesos por día de operación.

Estos convenios de colaboración y las plataformas de seguridad en las que Salvaguardia de Pemex invirtió millones de dólares, dieron resultados. Al cierre de 2019 el robo de combustible cayó 91 por ciento.

El problema es que, con el nombramiento del nuevo subdirector de Salvaguardia, se han acentuado las diferencias y se ha deteriorado la comunicación entre la Marina, Defensa y Pemex.

Rompió los acuerdos entre la Sedena y la Semar para el nombramiento de los responsables de la seguridad en Pemex. Y es que Almazán recién terminó despidiendo a dos contraalmirantes.

No hay comentarios :

Publicar un comentario