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lunes, 1 de junio de 2020
Los dichos de los López
Enrique Quintana
Los dos personajes más mediáticos del país se apellidan López: López Obrador y López-Gatell.
A lo largo de este año han dicho muchas cosas que no se pueden olvidar.
Hoy, que tenemos 90 mil 664 contagiados y 9 mil 930 fallecidos, mientras que se estima en 7.5 por ciento la caída del PIB este año, conviene recordar algunos de ellos, simplemente para que no se nos olviden.
“No es, según la información que se tiene, algo terrible, fatal, ni siquiera es equivalente a la influenza, para que todos los que están escuchando tengamos esta información. Primero, estamos preparados para enfrentar esta situación del coronavirus, tenemos los médicos, los especialistas, los hospitales, la capacidad para hacerle frente. En la medida en que se vaya desarrollando, presentando, vamos a atender los casos”. AMLO, 28 de febrero.
“Hay quien dice que por lo del coronavirus no hay que abrazarse. Pero hay que abrazarse, no pasa nada”. AMLO, 17 de marzo.
“Le voy a decir una cosa muy pragmática, casi sería mejor que padeciera coronavirus (AMLO) porque lo más probable es que él en lo individual, como la mayoría de las personas, se va a recuperar espontáneamente y va a quedar inmune y ya nadie tendría está inquietud sobre él”. López-Gatell, 17 de marzo.
“El escudo protector es como el detente, saben lo que es el detente, ¿verdad? El escudo protector es la honestidad, eso es lo que protege, el no permitir la corrupción. Miren, éste es el detente. Esto me lo da la gente… Miren, aquí hay otro detente. ‘Detente, enemigo, que el corazón de Jesús está conmigo’”. AMLO, 18 de marzo.
“Yo les voy a decir cuando no salgan. Pero si pueden hacerlo y tienen posibilidad económica, sigan llevando a la familia a comer, a los restaurantes, a las fondas”, AMLO, 22 de marzo.
“Vamos a salir fortalecidos porque no nos van a hacer cambiar en nuestro propósito de acabar con la corrupción y que haya justicia en el país. Por eso vamos a salir fortalecidos, o sea, que nos vino esto como anillo al dedo para afianzar el propósito de la transformación”. AMLO, 2 de abril.
“El coronavirus lo que precipitó fue el derrumbe del modelo neoliberal en el mundo, eso ya no funciona”. AMLO, 6 de abril.
“El 6 de mayo sería el momento cumbre de la epidemia y después empezará a descender si y sólo si se sigue con las medidas de distanciamiento social; si no, la curva podría subir”. López-Gatell, 3 de mayo.
“En el descenso de la curva podemos tener las otras más o menos dos mil o tres mil (muertes), y con ello ya tendríamos casi seis mil o cinco mil 271”. López-Gatell, 4 de mayo.
“Como se decía antes de los médicos que sólo buscaban enriquecerse y cuando llegaba el paciente lo primero que hacían era preguntarle: –¿Qué tienes? –No pues es que me duele acá doctor –No, ¿qué tienes de bienes?”. AMLO, 11 de mayo.
“Les voy a dar algunos datos para que los refuten y saquen los datos malos y así se puede enriquecer el debate, es interesante porque la mayoría de los expertos apuestan a que nos va a llevar el tren y yo sostengo que no”. AMLO, 22 de mayo.
Podrían ser muchos más dichos, pero los anteriores son una muestra de frivolidad, imprecisiones, faltas de consistencia, con los que las dos figuras del gobierno más relevantes en el tema de la pandemia, han enfrentado esta circunstancia.
Esto le va a costar en popularidad e imagen al presidente López Obrador. No sé cuánto ni cuándo, pero va a ocurrir.
La crisis de salud por falta de previsión y errores en el manejo; el desplome económico sin precedentes; la pérdida masiva de empleos; el incremento de la pobreza en millones y la crisis social que todavía está por verse, todo ello no lo resiste ni el más carismático de los políticos. Ni con el ‘detente’.
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