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sábado, 6 de junio de 2020

El trágico amor entre una estadounidense y un narco mexicano

Miller, quien era sobrina de un senador, fue una de las últimas personas que vio con vida







Acosta Villarreal controlaba el crimen a lo largo de un tramo de doscientas millas de la frontera entre Estados Unidos y México. En el apogeo de su poder, contrabandeaba 60 toneladas de cocaína por año para los colombianos, además de las incalculables cantidades de marihuana y heroína que eran el pilar de su negocio. Fue el mentor y socio comercial de Amado Carrillo Fuentes, el llamado “Señor de los Cielos”, quien se hizo cargo después de la muerte de Acosta y posicionó al cártel de Juárez como uno de los más importantes de México y Estados Unidos.


Carrillo Fuentes es recordado porque tuvo la audacia de robarle 12 toneladas de cocaína a Pablo Escobar del cártel de Medellín, pero antes de poderse vengar, el colombiano fue abatido.

Hizo su base de operaciones en la ciudad fronteriza de Ojinaga, Chihuahua y tuvo su pico más alto entre 1984-1986. La estadounidense Mimi Webb Miller fue su compañera sentimental y una de las últimas personas que lo vio con vida.

Mimi nació en Texas, creció en Wichita Falls, dentro de una prominente familia en la que había políticos. Viajaba constantemente a California, donde era directora de casting en una agencia que producía comerciales.

Un artículo publicado en 2014 por el diario The New York Times, reveló que Mimi se enamoró en la década de los setenta del Parque Nacional de Big Bend, en zona fronteriza con México, por lo que compró un rancho en tierra azteca para poder estar cerca, ahí conoció a un lugareño que se convirtió en su esposo.

En su rancho criaba ganado y ofrecía a los turistas recorridos a caballo por áreas naturales como cascadas y cañones, ubicados en ambos lados de la frontera.

Su encuentro con Pablo Acosta se dio en la década de los ochenta, cuando se convirtieron en vecinos y él le ayudó a conseguir permisos para que pudiera organizar sin problema sus paseos a caballo en ambos lados de la frontera.

La historia de The New York Times firmada por Rachel Monroe, señala que Mimi y Acosta iniciaron una relación amoroso cuando ella se separó de su esposo.

“Era como Kissinger. No es el hombre más guapo que he conocido, sino un hombre fuerte, con mucho carisma”, dijo Mimi al NYT.

Los dos empezaron a coquetear en un baile campestre en el que Mimi se distinguía por ser la única mujer rubia.


En esa época, 1987, Webb Miller salía al mismo tiempo con el ex jefe de la Unidad Aduanera Antinarcóticos de EEUU y con Acosta, de hecho, una vez los presentó.

Una noche antes de que fuera abatido por policías federales mexicanos, Miller tuvo una cita con Pablo Acosta, quien había estado con un grupo de periodistas.

Tras la muerte de Acosta, la vida de Webb Miller cambió abruptamente. Según The New York Times, el sheriff Rick Thompson del condado de Presidio le dijo que su cabeza tenía precio porque sabía mucho sobre el cartel.

“Tuve que correr durante varios años”, dijo, “cuando me fui de la ciudad después de descubrir que estaba muerto (Pablo), el FBI me ayudó a escapar”. Más tarde se mudó a California y comenzó otra carrera, después regresó al negocio del casting y abrió una agencia, y en 2005, en un pueblo natal, Terlingua, inauguró una posada y una cafetería.


En la historia de Netflix el personaje de Mimi está embarazada cuando Pablo Acosta es asesinado, sobre este tema, ha señalado en entrevistas recientes, que no tiene hijos del narcotraficante.

Mimi esta ahora alejada de la vida pública, a pesar de haber asesorado a la producción para la realización de la segunda temporada de la serie de Netflix, la cual, ha señalado, la gente debe recordar que se trata de un género en el que no todo es verdad, ya que existen algunas cosas que se han ajustado en beneficio de la trama.

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