Ismael Zambada y Joaquín Guzmán Loera también mantenían reuniones con la Administración para el Control de Drogas (DEA por sus siglas en inglés), de acuerdo con la periodista mexicana Anabel Hernández, quien dio a conocer la historia de cooperación entre “La Barbie” y las distintas agencias de seguridad norteamericanas.
En una entrevista con Luisa Cantú de La Octava, la escritora reveló que tanto el Buró Federal de Investigaciones (FBI) como la DEA mantuvieron reuniones con varios bandos del narcotráfico el México, en especial con el Cártel de Sinaloa y los hermanos Beltrán Leyva, enemigos territoriales.
Dicha información le fue notificada por Vicente Zambada Niebla, también conocido como “El Vicentillo”, hijo de “El Mayo” Zambada, quien ahora paga una condena en los Estados Unidos. Fue antes del juicio que Niebla escribió su parte de la historia en un diario que llegó, a través de su abogado, hasta las manos de Anabel Hernández.
“El Vicentillo” reveló en dichas memorias que tanto él como su padre y su socio, Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, mantenían reuniones con la DEA para darles información sobre sus enemigos, específicamente del Cártel de los Beltrán Leyva.
“Edgar Valdez Villareal no es el primer narco que trabaja para estas agencias. Yo, en mi libro “El Traidor, el diario secreto del Mayo”, que publiqué en diciembre pasado, revelo justamente esta historia. Yo ya la venía documentando desde 2011, estamos hablando de 8 o 9 años de investigación periodística, finalmente logro cerrar ese círculo y poder dar esa información. Ismael ‘El Mayo’ Zambada, el verdadero capo de capos de México, su socio y brazo derecho Joaquín Guzmán Loera y su Vicente Zambada Niebla eran informantes de la DEA, tenían reuniones con la DEA y le daban información de sus enemigos. Entre menos competidores, más crecían ellos”, reveló la periodista durante la conversación.
Al mismo tiempo, aseguró, la DEA y el FBI mantenían contacto con “La Barbie”, quien también fue extraditado a los Estados Unidos. Éste les deba información tanto de sus socios comerciales como de los contrincantes, pintando así un panorama completo a la seguridad norteamericana.
“Simultáneamente la DEA y el FBI se reunían con los enemigos del Cártel de Sinaloa que era “La Barbie”, quien en ese momento trabajaba con los Beltrán Leyva que en 2008 ya eran enemigos del “Chapo” y del “Mayo”. También recibía la DEA información de ellos. La DEA en realidad tenía todo el rompecabezas claro. Estaban controlando los hilos de una u otra manera, influyendo en este juego criminal entre los cárteles de la droga”, reveló.
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