CIUDAD DE MÉXICO
Los videojuegos no son los responsables de la violencia en los menores de edad, afirmó la directora del laboratorio de Neuropsicología y Psicofisiología de la Facultad de Psicología de la UNAM, Feggy Ostrosky, luego de que un niño de 11 años de edad matara a una maestra y después él se suicidara el viernes pasado en Torreón Coahuila.
“Hoy va a ser el día”, advirtió niño agresor
En entrevista con Pascal Beltrán del Río para Imagen Radio, la especialista dijo que el problema con los videojuegos es que te “desensibilizan”.
El videojuego no te causa que te vuelvas asesino. Lo que pasa es que te desensibilizan hacia la violencia, porque continuamente avanzas matando, aunque piensas que son los malos, y el problema grave es que pasas mucho tiempo jugándolos en lugar de aprender a socializar”. Detalló que “en la adolescencia es muy importante saber cómo interactuar” con los demás.
Indicó que en este momento la ciencia ha demostrado que “entre más hostil y agresivo eres, más te gustan esos juegos (violentos). Como que alimentas tus rasgos de personalidad, entonces no se desdeña, pero no es lo que causa que lo hagas”, afirmó.
La Directora del laboratorio de Neuropsicología y Psicofisiología de la Facultad de Psicología de la UNAM mencionó que el programa mochila segura no es la única medida para intentar evitar actos violentos de niños y adolescentes, sino estar cerca de ellos.
Definitivamente en un adolescente hay que estar cerca. Hay que estar pendiente de qué están haciendo, de qué están entendiendo del mundo, qué los está frustrando, que los está enojando”, indicó.
Aclaró que las escuelas también deben participar en la detención de menores con problemas de violencia a través de estudios de personalidad “para detectar niños que estén en riesgo y tener una aproximación” con ellos para saber qué les pasa.
Abundó que “la escuela es una parte socializadora importantísima y creo que tienen que recurrir a la psicología y a la psiquiatría para poder educar realmente al ser humano en su parte intelectual, en su parte emocional, y en tu parte espiritual”, aseveró.
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