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martes, 25 de abril de 2017
Hispanos, los veteranos de guerra más jóvenes en EU
WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS (11/NOV/2015).- Los latinos representan la mayor proporción de veteranos de guerra en Estados Unidos, entre las mayores categorías étnicas en el segmento de 17 a 34 años, reveló un estudio a propósito de la celebración hoy del Día de los Veteranos.
La creciente presencia de los hispanos en las filas de las fuerzas armadas estadounidenses, especialmente a partir de la última década, tiene un reflejo creciente en las cifras de veteranos, de acuerdo con un nuevo estudio del Departamento de Veteranos (VA).
Los hispanos, que constituyen el 16% de la población de Estados Unidos como la principal minoría étnica, son el 11.3 de la fuerza activa de más de 1.4 millones soldados de las fuerzas armadas, un aumento comparado con el nivel de 9% hace una década.
Entre los veteranos de guerra, los latinos representan en general sólo el 6.3% del total, comparado con 11.1% de los afroamericanos y más del 80% de los blancos no hispanos.
Sin embargo los latinos ocupan el primer lugar entre las mayores categorías étnicas en el segmento de 17 a 34 años, con un 18.2% del total, comparado con apenas 6.9% de los blancos no latinos y 10.2% de los afroamericanos.
La edad promedio de los veteranos de guerra latinos es de 54 años, comparado con el promedio nacional de 65 años.
La proporción de veteranos de guerra latinos ha incrementado de manera sistemática en las últimas décadas. En la Segunda Guerra Mundial era apenas del 3.2%; en Corea del 4.1; en Vietnam del 5.0; y después de los ataques del 11 de septiembre de 2001 asciende al 11.7 por ciento.
Ciertamente los hispanos han sido parte de las fuerzas armadas de Estados Unidos desde la Guerra Civil -tanto peleando con la Unión como con los Confederados- pasando por las dos guerra mundiales, Vietnam, Corea, Irak, Afganistán y la lucha contra el terrorismo islámico.
Algunos hispanos han sido considerados auténticos héroes, como el mexicano originario de Chihuahua Alfredo Rascón, quien cubrió con su cuerpo a sus compañeros de combate para protegerlos de granadas explosivas durante la guerra de Vietnam en 1966.
Rascón, quien tenía el grado de teniente coronel, tuvo que esperar 34 años para el reconocimiento de su hazaña, hasta que el presidente William Clinton lo condecoró con la Medalla de Honor, la más alta presea al valor militar, en una ceremonia en la Casa Blanca en 2000.
Apenas en julio pasado la familia del soldado del Cuerpo de Infantes de Marina de Estados Unidos, Rafael Peralta, muerto en Irak en 2004, aceptó la Cruz de la Marina, luego que el liderazgo civil del Pentágono le negó la Medalla de Honor, la más alta distinción del país.
Peralta, nacido en el Distrito Federal y quien murió en la batalla de Fallujah, fue recomendado por los generales a recibir la Medalla de Honor, pero una polémica revisión del entonces secretario de Defensa William Gates concluyó que el héroe de guerra no la merecía.
En comparación con los veteranos, unos 157 mil soldados de origen hispano engrosan las filas de las fuerzas armadas en activo, según las cifras de 2012, y han sido con frecuencia el blanco de campañas de reclutamiento, dirigidas en especial a los jóvenes entre 18 y 24 años.
Encuestas muestran que los jóvenes hispanos son atraídos al ejército por multiplicidad de razones, y no todas ligadas con los beneficios económicos o académicos de ingresar a alguna de sus ramas, el ejército, marina, infantería o fuerza aérea.
Entre las principales razones citadas por los soldados hispanos como motivación para enrolarse militarmente destacan, en ese orden, la aventura, el sentido de deber, viajes, patriotismo y, en último lugar, los beneficios.
A pesar de ello el Pentágono ha lanzado campañas de reclutamiento que en ocasiones ofrecen un bono de inscripción de 17 mil dólares a cada joven, como ocurrió después de la segunda guerra de Irak, un periodo en el cayó el interés de los latinos en el servicio militar.
Alfredo González, un ex soldado y académico de la Universidad de Chicago, hizo notar en un estudio que el bajo nivel de escolaridad de los latinos hace que sean posicionados en los niveles más bajos de las fuerzas armadas, que son con frecuencia los más riesgosos.
Los hispanos constituyen 12.5% del ejército, 17.7% de la Marina, 14.8% de la infantería, pero apenas 5% de la fuerza aérea, de acuerdo con cifras de 2011.
Los hispanos tuvieron por ejemplo 466 bajas en la segunda guerra de Irak, lo que representa un 10.6% del total, un nivel de mortalidad más alto que los afroamericanos a pesar que estos tienen un mayor número de soldados enlistados.
En la guerra de Afganistán, el total de hispanos muertos ascendió a 100, equivalente a 7.9% del total, una cifra mayor también a la de los soldados afroamericanos.
La baja escolaridad de los latinos, que tienen uno de los niveles más bajos de educación superior de Estados Unidos, en especial los de origen mexicano, se traduce en su menor proporción entre las filas de los oficiales militares.
Un 82% de los oficiales de las cuatro ramas de las fuerzas armadas tienen nivel educativo de licenciatura, pero ese porcentaje se reduce a sólo 5.9% entre las filas en general. La abrumadora mayoría de soldados rasos sólo asistieron a la preparatoria.
Aunque el ejército no clasifica a los hispanos como categoría en sus más recientes compendios demográficos, las cifras históricas muestran que menos del 10% de los latinos enlistados se ubican en las filas de los oficiales de mando.
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