Directorio
miércoles, 28 de diciembre de 2016
Lo que Hacienda no te dice sobre las gasolinas
Por ATZAYAELH TORRES
A pesar del revuelo, psicosis e histeria que generó ayer la noticia del incremento en enero de los precios de las gasolinas, la Secretaría de Hacienda, protagonista de este episodio en la historia de México, no ha podido dar cuenta de la nueva estructura de precios de los ansiados combustibles.
Es decir, a pesar de que pagaremos más de 20 por ciento por un litro de gasolina o diésel a partir del próximo lunes, Hacienda sólo se limitó a informar que el gasolinazo se debe al incremento en los precios de referencia internacionales y a la incorporación del costo de transporte, entre otros, pero no nos ha dicho cuánto pagaremos por cada uno de esos conceptos, no sea que se nos vaya a ocurrir que en alguno de ellos se pudieran hacer ajustes para mitigar un poco el trancazo, o que simplemente entendiéramos mejor el porqué de la medida.
Y para disipar dudas, ¿el incremento de más de 20 por ciento en el precio de las gasolinas a partir de enero es consecuencia de la Reforma Energética? Sí, en la Reforma se planteó la liberalización del precio, que si bien los incrementos que sufriremos a partir de la siguiente semana no es la apertura como tal, forman parte de los primeros pasos para lograrlo y de esta forma tener un mercado abierto con precios que cambiarán cada hora, y a los que tendremos que acostumbrarnos.
La realidad es que vivimos por mucho tiempo en una burbuja, vaya, en una ilusión creada por todos los gobiernos anteriores que utilizaron el precio de la gasolina como una suerte de perilla que subían y bajaban la intensidad de la flama en la estufa de la inflación.
Ayer el Secretario de Hacienda, José Antonio Meade dijo que la finalidad del movimiento es divorciar al precio de las gasolinas de temas políticos, esto a 18 meses de que votemos por un nuevo Presidente.
La preocupación social es real y el costo político altísimo. Ante este panorama, es difícil creerlo.
Anarquía impera en proveedores de Pemex
Hace un par de semanas le informamos en este espacio la denuncia que hicieron algunos proveedores de Pemex en contra de Erik Legorreta, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria del Petróleo (AMIPE), que supuestamente utiliza a su empresa Conjunto de Servicios Industriales S. A. de C. V. (CSI) como intermediario para ganar contratos con la petrolera que luego vende a otros.
Bueno, pues ayer la empresa Construcciones Tapia aceptó haber ejecutado un contrato que Pemex le otorgó a CSI para la “Terminación de la ingeniería, procura, construcción y puesta en operación de los procesos de separación, estabilización, deshidratación y desalado de crudo; tratamiento e inyección de agua congénita para la Batería Cárdenas Norte” por un monto de 608 millones 750 mil 461 pesos.
El acuerdo, dijo la empresa, consistía en pagarle a CSI 25 por ciento del monto total sólo por haber sido intermediario, sin embargo, en septiembre pasado y de acuerdo con un acta notarial, supuestos trabajadores de CSI desalojaron violentamente a los de Construcciones Tapia para que Pemex les pagara por el avance del 79 por ciento de las obras y de los cuales se cobró el doble de lo “pactado”.
Ante este caso dos preguntas. Una, ¿qué imagen quiere dar la industria hacia el exterior en plena apertura energética?, y dos, ¿quién les va a poner orden?
Quisiera desearles un excelente inicio de año pero dadas las circunstancias no quiero que me lo vayan a tomar a mal.
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