Fue en el año de 1962 cuando Volkswagen, establece su primera planta propia en territorio mexicano, siendo precisamente en la llamada zona industrial de Ecatepec ubicada en territorio de uno de sus pueblos como es Xalostoc.
Esta empresa recibe el nombre de PROMEXA (Promotora Mexicana de Automóviles), e inicia actividades en junio del mismo año, a un ritmo de 10 automóviles ensamblados al día.
Antes se creó la empresa Volkswagen Mexicana, S.A., en el año de 1954 y además, motivó se fundó la Distribuidora Volkswagen Central, S.A. de C.V., que abrió sus puertas al año siguiente, siendo la primera concesionaria Volkswagen en suelo mexicano.
En ese mismo año se ensamblan los primeros 250 vehículos a través de la planta de Automex.
En junio se firma un contrato con Studebaker-Packard de México para el ensamble del Volkswagen Sedán, que provendría de Alemania como CKD (Completely knocked down), es decir, desarmado.
Fue un acuerdo cuya vigencia duró hasta octubre de 1961. Estos modelos ya presentan el medallón de forma rectangular.
Sin embargo, poco duró el gusto a este municipio recibir en su jurisdicción a esta empresa alemana, que aun cuando apenas se establecía en México, tenía el antecedente mundial de haber creado un vehículo prototipo que sorprendió al mundo automotriz por su motor que no necesitaba agua para enfriamiento de su motor, es decir el célebre escarabajo, que durante muchos años fue un vehículo muy popular entre los mexicanos.
Muchas especulaciones se dan al respecto de que Volkswagen no se haya establecido permanentemente en Ecatepec, se dice que contraviniendo los principios que había marcado el doctor Gustavo Baz, siendo gobernador de la entidad, de dar facilidades a la instalación de empresas que generarán fuentes de ingresos, los mandatarios de la época pusieron muchas condiciones, a esta entonces incipiente industria, sin considerar que sería a futuro; como lo es hoy; una de las empresas más consolidadas de nuestro país, pero sobre todo generadora de empleos.
Ecatepec, por su ubicación estratégica, en su momento fue sede de múltiples importantes empresas de diferente índole, pero la mayoría emigraron, se insiste en la falta de facilidades de las autoridades, pero también de la presencia de un sindicalismo calificado de negro, por las presiones y condiciones que ponían a quienes osaban instalarse en esta jurisdicción y en el valle de México.
El municipio ecatepequense donde se especula, residimos más de 3 millones de personas, hoy y desde hace muchos años atrás enfrenta gravemente el síndrome de la pobreza ante la carencia de fuentes de empleo, pero empleos estables y bien remunerados.
Ahora la economía de los habitantes de éste municipio está sustentada en la migración que diariamente realizan hacia la Ciudad de México, donde se emplean en cualquier cosa, pero también otra fuente de ingresos se obtiene a través de la actividad informal, es decir, del comercio en la vía pública y los tianguis.
Este tipo de actividad que resulta alternativa de trabajo para miles de vecinos de Ecatepec, también es parte de un fenómeno similar a la trata de personas o de blancas, aunque no es de orden sexual, pero sí de extorsión, por parte de individuos que se definen como líderes y que les cobran diferentes cantidades por esta representación, bajo los conceptos de extender una credencial, y otorgar un mandil o simplemente ofrecerles protección para que no sean víctimas de servidores públicos municipales.
La historia industrial de Ecatepec, no puede apartarse cuando cientos y miles de residentes en la región, no solo de este municipio laboraban en la extinta planta de Sosa Texcoco, que era una elite de la clase obrera, o los empleados en Aceros Tepeyac o Kelvinator, entre otras tantas, pero todo eso se acabó.
Volkswagen de México, S.A. de C.V., que hoy es una pujante empresa en el estado de Puebla, pudo ubicarse aquí en Ecatepec, sin embargo no hubo ninguna facilidad para ello, y este fenómeno, hoy resulta muy representativo, porque la emigración de la industria a otros puntos del país, fue contundente por eso tenemos en estos momentos una desolada zona industrial, que nadie se interesa en restablecerla.
Pero irónicamente, los tianguis y el comercio en vía pública prolifera, nadie se da por enterado; o fingen que los tianguis que existen en gran número en Ecatepec, al margen de que ofertan productos de la canasta básica y otros insumos son un problema social, porque se ubican en las más importantes vialidades sin importar los problemas de circulación que generan.
A esto, se suma que calles y espacios públicos circundantes, también son bloqueados por los vehículos de los comerciantes, convirtiéndose en áreas de diferentes conflictos, por las graves afectaciones que generan a los vecinos residentes de la zona, al quedar bloqueados los accesos a sus domicilios.
Los tianguis son negocios muy lucrativos en Ecatepec, que han convertido a sus líderes en potentados por sus capacidades económicas y fuerzas políticas, que hoy les permiten ostentar importantes cargos en la administración municipal.
Para los viejos residentes de Ecatepec y sobre todo para quienes aquí nacieron solo quedan los recuerdos del prospero Ecatepec, donde florecían las grandes empresas e inclusive alguien dijo a manera de charla, también los grandes bares atendidos por mujeres traídas de distintas regiones del país.
Ese era Ecatepec del ayer, hoy estamos en Ecatepec de la más alta violencia del país y Ecatepec donde diario hay un crimen y muchos asaltos, pero la resignación, a lo mejor sin justificación, cuando coloquialmente retoman una frase de una conductora de televisión, “aquí nos tocó vivir”
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