La visita del Papa Francisco a México es una oportunidad para creyentes y no creyentes de reflexionar respecto de los valores universales, que resultan indispensables para una vida auténticamente humana y un desarrollo digno, comentó Luis Rubio.
El vocal del Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana confió en que este encuentro “pueda fortalecer nuestra esperanza en un futuro mejor para nuestro país y todos los que habitamos en él, siendo mensajero de justicia, de misericordia y de esperanza”.
En la sede de ese instituto ubicado en la colonia Guadalupe Inn, manifestó que si bien el pontífice no tiene la pretensión de resolver los problemas de México, su visita será un espacio de invitación a los mexicanos para asumir su propia responsabilidad de solucionarlos.
Lo que sí se puede esperar es que se encuentre perfectamente enterado de la situación del país y en ese sentido se muestre solidario con aquellos que sufren, abundó el también profesor de la Universidad Pontificia de México.
María Luisa Aspe Armella, ex presidenta de dicho instituto, señaló a su vez que desde la propia elección de los sitios que visitará el máximo jerarca de la Iglesia Católica, se podría inferir que se referirá a temas relacionados con la migración y los pueblos indígenas.
Consideró que en su estancia en territorio mexicano vendrá a “darnos un empujón de esperanza para seguir actuando como iglesia y hacer lo que hemos dejado de hacer”, refirió la también catedrática de la Universidad Iberoamericana.
En coincidencia con estos especialistas el director del Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana, Jorge Navarrete Chimes, externó que “el Papa tiene un mensaje muy concreto, principalmente en lo social, un mensaje de compromiso, de llamado a la acción”.
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