México cuenta con el volumen de alimentos necesario para cubrir un gran porcentaje de personas que se encuentran en pobreza extrema, pero fallas en la infraestructura provocan un desperdicio del 37% de la producción total, lo cual representa 10 millones 431 toneladas al año.
Tres kilos de carne de cerdo, 4 kilos de carne de res y 16 litros de leche, es la cantidad semanal de alimentos que podrían recibir todas las familias pobres del país de no desperdiciarse la comida.
El Boletín de Pérdidas y desperdicios de Alimentos de la FAO (Organización de las Naciones unidas para la Alimentación y Agricultura), las pérdidas por 10 millones 431 toneladas de comida representa una pérdida de 120 mil millones de pesos.
Los alimentos que terminan en la basura podrían servir para satisfacer a 7.4 millones de personas que se encuentran en pobreza extrema e inseguridad alimentaria.
Según datos del Índice de Desperdicio de Alimentos en México, el alimento que más se desperdicia en el país es la guayaba, con un 57.7% de pérdida. Le sigue la leche de vaca con 57.1% y el mango con 54.5 por ciento.
De la carne de res, pollo y cerdo se tira casi el 40%, mientras que en el pescado, pepino, sardinas, aguacate y arroz se alcanzan niveles del 45 por ciento.
“El nivel de desperdicio en la industria representa una pérdida de alrededor de 120 mil millones de pesos al año. A nivel nacional tenemos los alimentos suficientes para alimentar a toda la población. (El hambre) no es un problema de falta de producción”, remarcó en entrevista Genaro Aguilar, coordinador de la Red Latinoamericana para la Disminución de la Pérdida de Alimentos de la FAO.
En cuanto a la planeación en los hogares de las familias mexicanas, el enviado de la FAO sugirió considerar las proporciones reales del consumo para evitar que frutas y carnes terminen en la basura.
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