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martes, 30 de junio de 2015

La vesícula del Presidente

Señor Presidente: mucha bilis y faltan todavía tres años.
Por Yuriria Sierra 27/06/2015 05:07


En mi casa existía (como en tantas otras) la creencia de que cualquier malestar asociado a la vesícula biliar estaba asociado a una sola causa: los corajes. “Por tu culpa me voy a enfermar de la vesícula”, era una frase que solía presentarse en los momentos paradigmáticos del despliegue de fuerzas del escuadrón emocional encargado del chantaje-reprimenda. “Me voy a comer un aguacate”, seguía a manera de amenaza suicida. Crecí convencida de eso. Los médicos y la ciencia han probado desde hace años que la inflamación vesicular se debe a factores mucho menos nebulosos que las emociones iracundas. O bien el consumo excesivo de grasas e irritantes o la obstrucción por cálculos del conducto vesicular o las predisposiciones genéticas.
Lo cierto es que, ciencia mediante y todo, el padecimiento sí está asociado con la acumulación de bilis en el órgano tan cercano al hígado y al páncreas. La vesícula sí es almacén de la bilis. Entre que es una pera o una manzana, ayer temprano, en cuanto conocí la noticia de la operación de emergencia a la que fue sometido el presidente Enrique Peña Nieto, no pude evitar preguntarme exactamente a qué corajes se habría sometido recientemente (o no tanto) el titular del Ejecutivo que pudieran haber influido en la inesperada inflamación:
1) Sin duda, todo el lío con la aplicación de la evaluación docente. La primera de su paquete de reformas se ha visto rafagueada por los maestros —o, más bien,maistros— de la CNTE, mismos que se empeñan en echar para atrás la Reforma Educativa. Lo mismo que Gabino Cué, que solapa todas las acciones de la Sección 22 y hasta les paga el sueldo íntegro aunque no den una sola clase.
2) Las declaraciones de Donald Trump. Siendo Presidente, desde luego que le tuvieron que provocar coraje. Cómo se atreve este fulano a expresarse así de México y de los connacionales que todos los días trabajan como lo han hecho todos los días millones de inmigrantes que habitan EU desde que se formó.
3) En una de ésas, apenas está procesando que nadie celebró con bombo y platillo la victoria del PRI-PVEM en el Congreso. A pesar de ser el primer Presidente en tiempos de alternancia que conserva su mayoría legislativa, al final qué coraje el famoso #YaSéQueNoAplauden...
4) Que la carrera para quedarse con la silla que en tres años dejará vacante ya arrancó, y con todo, terminando la elección. No creo que le haya generado emoción al Presidente ver el video de Margarita Zavala, lo que dijo Mancera, las porras a Moreno Valle y los trascendidos de todos los independientes potenciales. ¿Será que en su partido, el PRI, alguien amenaza con salirse del redil y no esperar a que Peña decida quién será su candidato?
5) La derrota de la selección. Se esperaba mucho de ella en la Copa América, pero nada de nada. Los mandaron de regreso y hasta les abuchearon en el aeropuerto. Ellos también habrán hecho bilis. Y El Piojo Herrera hasta hace unos meses baluarte nacional, se quedó como el tuitero más verde de la nación.
6) Y cuando apenas hace un par de semanas se dio a conocer cuánto se gastaron en su viaje a Londres, aparecen de nuevo en la portada del ¡Hola!,Angélica Rivera y su hija, Sofía Castro. Les dedican sendas páginas referentes a la graduación de esta última. ¡Oh, qué la canción! Tal vez el Presidente no sabía que se iba a topar con una nueva portada esta semana en su escritorio.
7) ¿Será algún motivo que desconocemos? ¿Que Elba Esther Gordillo vaya, obtener su arraigo domiciliario? ¿Que los estire y afloje con Beltrones se compliquen? ¿Que alguien le contó que el petróleo seguirá bajando? Se me ocurren diez motivos, al menos, más para la angustia nacional
Como sea. Señor Presidente: mucha bilis y faltan todavía tres años. Al menos, sin vesícula, ya no tendrá dónde guardarla; así que mejor coma bien, cuídese...¡ y ya no haga corajes!


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