Explicó que todos los sacerdotes tienen el deber de llamar sus fieles a votar, "nosotros les tenemos que pedir que vayan a votar, pues son católicos y esa es una de sus responsabilidades", declaró.
Lo que sí no podemos hacer es proselitismo, enfatizó, "yo les recuerdo a la gente que tienen que votar, pero no por quien, pues además no nos conviene tampoco meternos con candidatos, no puede la Iglesia o el cura agarrar un candidato", indicó.
Consideró que seguramente autoridades electorales estarán muy al pendiente de las ceremonias religiosas, por eso tendrán que ser muy cuidadosos en esta tarea de promoción del voto y no de candidatos.
Señaló que dicha tarea se vuelve aún más importante, tomando en cuenta que hay un pesimismo de la sociedad, pues la población se encuentra en el desánimo, "el voto ha caído mucho, sobre todo en los pueblos chiquitos, donde siempre son los mismos", añadió.
El "trapecismo político", subrayó Carmona Ovando, también ha contribuido a esa enfermedad social, y es que, dijo, el brincar de un puesto a otro es una burla y una falta de respeto al pueblo, que también, reconoció, no ha tomado su papel de ciudadanos.
"La ciudadanía debe dejar de ser sólo un espectador y hoy día sólo se deja llevar por las ayudas, las dádivas y los apoyos. El pueblo piensa que si les dan de comer, despensas o programas, tienen que votar por ellos", recalcó.
Finalmente, aseguró tajante que la figura del cacique sigue vigente y puede notarse sobre todo en los pueblos, "los cacicazgos políticos sólo han cambiado de sombrero y botas, pero ahí siguen y no van a desaparecer".
No hay comentarios :
Publicar un comentario