Uno de los primeros legisladores en pronunciarse sobre el particular fue el coordinador del grupo parlamentario de Acción Nacional, Ricardo Anaya Cortés, quien en improvisada entrevista consideró procedente más no suficiente la mencionada renuncia.
Lo que hay es una violación a la ley, hay una consecuencia, es correcta la renuncia, no hay borrón y cuenta nueva; lo que corresponde es que haya una resolución de la Secretaría de la Función Pública", enfatizó.
La aseveración del ahora ex funcionario tras presentar su renuncia en el sentido de que se ha conducido “apegado a los valores de la verdad y la honestidad” parecieron no convencer del todo al legislador panista al advertir que en realidad lo que motivó esta decisión fue la presión social, para luego disentir de que ante este tipo de circunstancias sea el funcionario el que decida si se queda o se va.
De ahí que una vez más insistió en la necesidad de sacar adelante el Sistema Nacional Anticorrupción para que verdaderamente sea una instancia autónoma, quien conozca y resuelva sobre circunstancias de esta naturaleza y no “un compañero de gabinete” como ahora resulta ser desde la Secretaría de la Función Pública.
Por su parte, el coordinador de la fracción del Sol Azteca, también en la Cámara de Diputados, Miguel Alonso Raya, celebró que Korenfeld haya renunciado, sin embargo coincidió con su homólogo panista al acotar que con esta renuncia no debe considerarse agotado el proceso, al tiempo que formuló velada advertencia.
Debe la Secretaría de la Función Pública continuar con la investigación y deslindar las responsabilidades que correspondan de acuerdo a la ilegalidad cometida; pero es un buen mensaje, en mi opinión, para todos los demás funcionarios en el sentido de que cualquiera que use indebidamente los recursos públicos, ponga sus barbas a remojar", precisó
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