Sin embargo, alcanzar el objetivo trazado por su gobierno no depende de una sola autoridad, sino del esfuerzo entre sociedad y gobierno.
El México que visualizamos desde el gobierno de la República, a partir de la ruta que hemos trazado, es uno que nos permita hacia el fin de esta administración, en el 2018, tener un rostro como país distinto de aquel que tuvimos en 2012”.
En un mensaje dirigido a la comunidad judía destacó que el crecimiento del PIB en México observado en 2014, superior al de otros países y regiones del mundo, demuestra que los cambios en el país empiezan a dar frutos y que habrá mejores resultados en el futuro.
Destacó que el PIB creció 2.1 por ciento con relación al del año anterior y es como la de Brasil y Rusia.
Subrayó además la reducción en los índices de inseguridad y el incremento en el turismo e industria manufacturera.
El México que visualizamos para el 2018 es uno que permita tener una educación de mayor calidad, una reforma educativa que tenga plena vigencia en todo el territorio nacional, condiciones de mayor prosperidad y de mayor oportunidad para los mexicanos a partir de la instrumentación de las reformas y con los alcances que he señalado, en un país de mayor competencia” enfatizó.
Ése es el México que visualizamos, un México en mejores condiciones de seguridad, de mayor tranquilidad y de oportunidad plena para que de manera individual y colectiva cada quien alcance mayor desarrollo”.
Al reunirse este viernes por primera vez como Presidente del país con la comunidad judía de México y tras hacer un recuento de los primeros veinte meses de su gobierno, enlistó seis objetivos que encaminarán a nuestro país a una nación más desarrollada y con mayor crecimiento.
En primer lugar colocó el fortalecimiento a la ley y el respeto a los derechos humanos así como el combate a la corrupción.
Ampliar la transparencia y hacer vigente las reformas estructurales son parte también de los objetivos trazados por el gobierno de la República.
Acelerar la industria de la construcción, reforzar la lucha contra la pobreza y el desequilibrio social conforman el resto de las metas trazadas.
En su discurso, el presidente Peña reconoció la contribución de la comunidad judía en nuestro país así como su carácter para hacer frente a las adversidades y su solidaridad con los demás.
Dijo que son un ejemplo de que cuando se quiere salir adelante el esfuerzo compartido y la corresponsabilidad son fundamentales para la resolución de conflictos.
Fue entonces que reiteró que el cambio de México no es responsabilidad de un sólo hombre sino de todos sus ciudadanos.
Reconocer que el cambio de México debe lograrse entre todos, la transformación de un país, de una realidad, del entorno en el que vivimos no dependen de una sola persona, de una sola autoridad, sino más bien de conjuntar esfuerzos y de hacerlo de forma proactiva, propositiva y constructiva, no faltarán los que quieran ser destructivos y a todo ver quizá un crisol o bajo una óptica negativa.”
No hay comentarios :
Publicar un comentario