Lo anterior a pesar de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resolvió que estas suspensiones provisionales no son procedentes –por lo que jueces federales no pueden otorgar ni uno más–, pero los que ya habían sido concedidos por la autoridad judicial siguen vigentes.
De acuerdo con datos de las organizaciones, el Poder Judicial ha otorgado 51 amparos, de los cuales 29 han sido resueltos a favor de la autoridad, es decir, han sido desechados, pero 22 siguen vigentes, los cuales incluso, son rentados.
En conferencia de prensa, Solís Sánchez relató que quienes pretenden importar un auto usado que no cumple con los estándares establecidos en el decreto, ni siquiera tienen que tramitar un amparo, lo único que hacen es “rentarlo” a quien ya tiene uno.
A pesar de ello, precisó, las acciones que ha implementado el Gobierno federal para frenar esta importación, como la reducción de horarios, la obligatoriedad del certificado de origen, así como la jurisprudencia que ha establecido la SCJN han afectado diversos intereses, mismos que quieren presionar a la autoridad con diversas acciones, como el cierre de garitas, entre otros.
Ante esta circunstancia, dirigentes de organizaciones automotrices hicieron un llamado al Gobierno federal a mantener las reglas de importación actuales y no ceder ante las demandas.
Guillermo Prieto, vocero de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), aseguró que tan sólo en diciembre las importaciones de autos usados cayeron 70 por ciento en comparación con las registradas en diciembre de 2013, derivado de estas acciones.
Esto, dijo, ha afectado un mercado que genera ganancias por cerca de 10 mil millones de dólares, pues en los últimos 10 años se han importado cerca de 7.5 millones de automóviles.
De ahí, dijo, las movilizaciones que se han visto en la franja fronteriza norte del país.
Las organizaciones advirtieron que en 2014 se importaron a México 455 mil 372 vehículos ligeros usados, lo que representó un 29 por ciento menos que las unidades importadas en 2013.
Sin embargo, en estos últimos 10 años se han acumulado 7.5 millones de unidades ‘chatarra’ circulando en el país, con implicaciones severas en materia ambiental y de seguridad.
“Las unidades importadas usadas representaron el 40 por ciento de las unidades nuevas comercializadas en 2014, afectando directamente a la renovación del parque vehicular por la sobreoferta en el mercado de vehículos usados”, señaló.
Miguel Elizalde Lizarraga, presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT) expuso que “nuestro país mantiene el nada honroso primer lugar en importación de tractocamiones usados, eso impacta negativamente la competitividad de México y limita el potencial de la industria.
“Cada camión usado importado que entra a territorio nacional, significa un empleo menos”, afirmó.
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