Los gobernantes, los legisladores, los que tienen especiales responsabilidades sociales tienen el deber de ayudar, fortalecer y hacer crecer a la familia que den cohesión de estabilidad; proceder de otra manera es provocar heridas incluso irreparables en el tejido social y poner en serio riesgo el futuro de México. El que siembra vientos cosecha tempestades", dijo.
Llamó a las mismas autoridades y la sociedad civil a fomentar y adoptar los valores humanos y religiosos necesarios para regenerar el tejido social, y tomando un pasaje bíblico como ejemplo, el de la niñez de Jesucristo, pidió a los habitantes del país formar una comunidad "indisoluble" y estable para crear condiciones positivas de desarrollo para las nuevas generaciones de mexicanos.
Una humanidad que dirige su mirada al hogar de Nazaret se llena de razones para respetar los derechos de los niños, para evitar que sean abandonados o sea manchada su dignidad con el horrendo crimen de la pornografía y de la prostitución infantil, la iniciación a las drogas, la falta de alimento y de hogar o con trabajos que piden su educación y su desarrollo humano", aseveró el mitrado.
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