(Parte II)
Por. José Ignacio Reyna Cervantes
Colaborador del Mexiquense, y estudiante de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Autónoma del Estado de México, Centro Universitario UAEM Zumpango.
La pregunta del millón de dólares actualmente es ¿Qué le espera a México? Y no es precisamente que tenga en mi poder una bola de cristal que me permita ver a donde se dirigirá esta nación. Está claro que la historia de México ha sido escrita por diversos actores que entre los que fundamentalmente se notan durante el periodo de 1920-1999 en el Partido Revolucionario Institucional que con todo ello entre buenas y malas acciones llevaron a este país por un sendero que en un principio era necesario para aliviar diversos males.
Justo hoy dando un salto en el tiempo hasta el año 2012 la contienda electoral daba mucho por criticar y discutir, siendo ya un tema gastado queda ahora por responder ¿A dónde se dirige México con el actual Presidente de la Republica? Y la respuesta después de ver un proceso legislativo, activo, arduo y peleado se concreta en 11 “Reformas Estructurales” que se presumen en la historia como las más atrevidas, inéditas y puede decirse hasta radicales, puesto que el cambio en esta parte institucional es el más grande en la historia del país, después de la Constitución de 1917.
Con todo ello en el camino que actualmente está el país el cambio que ha sufrido la Carta Magna es una especie de arma de dos filos puesto que de forma real y precisa se mueve a México por el camino que desde hace años debía adoptar ya que este país se adentraba en organizaciones mismas que alegaban porque se encaminara por tendencias modernas y ajenas que no se implementaban en la nación, por el otro lado de la moneda que se eleven los índices de rezago social en las diversas materias señaladas pero más precisamente en el futuro de todo ciudadano como del propio Estado.
Ahora bien con el paso del tiempo y con una Administración que concluirá hasta el año 2018 este país se “moverá” por cambios que buscan el crecimiento del Estado, mismos que de forma mediata se esperan para el mejoramiento de vida de la ciudadanía como de la Salud de la Nación para registrar el cambio que todo ello conlleva.
Lo que le queda al Ciudadano Mexicano es adentrarse en las acciones gubernamentales para que con ello más que de forma romántico este país se haga valer de la legitimidad para la reivindicación y transformación de sus Régimen y Sistema Político.
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