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martes, 23 de abril de 2013

“Chatarra” Bicentenaria

INAH abandonó programa “México es mi museo”

El INAH dejó en el olvido el programa México es mi museo, que costó 68 millones de pesos. Sólo 13.3% de esa infraestructura, en “buenas condiciones”

México, DF.- El plan era convertir a México “en un enorme museo” y aprovechar “la enorme fuerza y el acceso de millones de mexicanos a la telefonía móvil para que éste sea el instrumento de acceso al conocimiento histórico”.

Implementarlo costó a los mexicanos más de 68 millones de pesos, pero el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) dejó en el olvido el programa México es mi museo que ofrecía información histórica a través del teléfono celular.

Tres años después de que el programa fue lanzado como parte de los festejos del Bicentenario de la Independencia, sólo el 13.3 por ciento de la infraestructura que se adquirió se encuentra en “Buenas condiciones” mientras que el resto ha desaparecido o continúa en las calles como basura urbana.

De acuerdo con datos entregados por el IFAI a través de una solicitud de información pública, de los 2010 puntos en todo el país donde se colocó la señalización de México es mi museo, mil 118 han sido retirados o desaparecido, 650 todavía existen pero sólo 268 son útiles. A través de un recorrido, este diario corroboró el estado en el que se encuentran los pedestales:

La mayoría ha desaparecido pero los que aún subsisten presentan huellas de vandalismo y otros se han convertido en mobiliario inservible. Afuera de la remodelada Biblioteca de México, por ejemplo, permanecen dos estructuras metálicas sobre bases de concreto, pero el pendón que explicaba la mecánica del servicio ya no existe; en el Templo de la Purísima Concepción de Salto del Agua sólo se encuentra la base circular que sostuvo la pancarta.

México es mi museo fue lanzado el 22 de noviembre de 2009 con sólo 200 puntos en todo el país. Debido al éxito, justificó un año después José Manuel Villalpando, quien coordinó los festejos del Bicentenario, el programa fue ampliado en 1810 puntos. Cada uno contaba con pendones y atriles que incluían placas en sistema Braile con los que se invitaba al público a llamar por teléfono celular o enviar un SMS para recibir información del acontecimiento histórico sucedido en el lugar.

La Memoria documental de los festejos del Bicentenario, elaborada por el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM), señala en la página 40 que la Coordinación ejecutiva de las celebraciones participó en el proyecto hasta diciembre de 2010: “A partir del mes de enero de 2011 este proyecto quedó a cargo del Instituto Nacional de Antropología e Historia”. La dependencia –ahora a cargo de Sergio Raúl Arroyo– dejó en el olvido el millonario programa.

Las cifras entregadas hablan por sí solas: estados como Campeche, Hidalgo, Durango, Michoacán, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Tamaulipas, Veracruz y Zacatecas ya no cuentan con ninguno de los puntos que se instalaron. Otras entidades como Baja California, Colima y Guanajuato conservaron sólo dos pedestales.

El Distrito Federal fue la entidad en donde más puntos se colocaron: de los 416 instalados, 213 desaparecieron, 85 se conservan, pero sólo 39 en buen estado. El Estado de México fue la entidad que mejor conservó el programa, los 86 puntos que se colocaron se conservan y sólo tres sufrieron daño.

Aún en funciones, Villalpando afirmó que el programa sería permanente pues la inversión estaba hecha. México es mi Museo” costó 68 millones 711 mil 736 pesos, es decir, cada pedestal que se colocó representó un gasto de 34 mil 185 pesos. Hace dos años (publicado el 19/04/2011) el INAH aseguró que el programa sería rescatado con la ayuda de los “gobierno locales y municipales”, pero el trabajo nunca se llevó a cabo.

Interés en picada

Los puntos que aún subsisten de México es mi museo despiertan poco interés en la gente: la mayoría tiene problemas para operar en uno u otro servicio de acuerdo con la compañía telefónica que se utilice. A través de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes se estableció un convenio con Telcel, Iusacell, Unefon, Movistar y Nextel para ofrecer el servicio, las marcas no cobraron por unirse al proyecto y sólo reportan ganancias a través del cobro convencional de la llamada o envío de mensajes.

Pero conforme fue avanzando el deterioro, las solicitudes también se terminaron. Si en su primer año de funcionamiento el programa logró más de 320 mil consultas, en los últimos dos años la cifra fue mínima. De acuerdo con la información entregada, el 70 por ciento del servicio es captado por la compañía Telcel, el resto de las telefónicas, asegura un documento enviado por la Dirección de Medios de Comunicación, “no realizan el registro de dichos datos”.

Aun sólo con los datos de la empresa que sí lleva un registro, las cifras están muy lejos de los números alcanzados el primer año: de enero a diciembre, Telcel reportó la solicitud de 63 mil 707 usuarios del servicio a través de llamadas telefónicas marcando al *2010, la cifra es menor a una quinta parte de las usuarios que se tuvieron en 2010.

También en 2012 sólo de enero a octubre, esta compañía ofreció el servicio de recepción de mensajes SMS, sin especificar una causa, los números quedaron en cero el resto de los meses. Los meses que sí funcionó logró una recepción de 70 mil 942 mensajes.
En lo que va del año los números son aún menores: hasta marzo pasado Telcel recibió sólo ocho mil 423 llamadas desde el *2010 y ha dejado de registrar la entrada de mensajes SMS.

Los beneficiados

Las empresas y organismos que fueron contratados para este programa fueron:

Impresora y encuadernadora Progreso, S.A. de C.V., cobró tres contratos: el primero de cuatro millones 14 mil pesos, el segundo de cuatro millones 901 mil pesos y el último de 52 millones 379 mil pesos.

TURISSSTE cobró 470 mil pesos por realizar la presentación del programa.

El Instituto Mexicano de la Radio cobró cinco millones 609 mil pesos por la realización de las cápsulas de audio.

14 guionistas cobraron 636 mil pesos por la realización de mil 60 textos.

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