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martes, 7 de agosto de 2012

Aborto, un duelo que acaba en el psicólogo

Todas las mujeres que interrumpen un embarazo requieren ayuda para superar esta decisión, que deja secuelas a corto, mediano y largo plazo, advierten

México, D F.- La interrupción de un embarazo, aun cuando es por decisión propia, genera consecuencias sicológicas en las mujeres a corto, mediano y largo plazo.

De acuerdo con especialistas, todas las mujeres que pasan por este proceso deben recibir atención sicológica, sin embargo, la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) sólo prevé ayuda para aquellas mujeres que presentan depresión posaborto.

Angélica Martínez Buitrón, médico especialista de Salud Sexual y Reproductiva de la Secretaría de Salud del DF, explicó que sin importar el método por el que se haya practicado la ILE (farmacológico o quirúrgico ambulatorio), todas las mujeres deben regresar a los 15 días a una visita de seguimiento y se les practican un ultrasonido y una entrevista en la que pueden detectar si es candidata para ser referida con una sicóloga para enfrentar el momento.

“No todas las mujeres viven un duelo, 93 por ciento de quienes se practican la ILE no tienen duelo o, clínicamente, no lo manifiestan. Hay encuestas de satisfacción en las que nos dicen que se van muy agradecidas con el servicio, retoman su vida, sus planes y sus proyectos”, comentó.

No obstante, Vanessa Nahoul, doctora en psicoanálisis y psicología, explicó que la depresión es sólo uno de los síntomas de las consecuencias sicológicas que puede presentar una mujer que interrumpió su embarazo.

Aseguró que es una herida emocional que de no tratarse puede generar afectaciones como sentimientos de culpabilidad, temor a volverse a embarazar, presentándose incluso casos de esterilización sicológica; embarazarse para sustituir al producto perdido; pueden volverse sobre protectoras con hijos posteriores a una ILE o maltratar a hijos previos.

Mari carmen Alva, presidenta la asociación civil IRMA, donde brindan atención integral a mujeres que han interrumpido su embarazo, señaló que la mayoría de las mujeres que recurren a la ILE, al inició tienen una sensación de alivio, pero los problemas comienzan a presentar meses después e incluso años.

“El principal problema de estas mujeres es que la mayoría vive el proceso solas, algunas no se lo dicen a nadie, ni a su pareja o familia. Y nunca viven el duelo necesario para cerrar ese ciclo, hay un bloqueo emocional”, manifestó y aseveró que todo esto es algo natural, por lo cual sería importante que las autoridades capitalinas ofrecieran un seguimiento integral a las mujeres que acuden a la ILE.

Y es que, dijo, han detectado a mujeres que además de enfrentar estas cuestiones sicológicas, no acuden a revisiones periódicas con el ginecólogo.

Vanessa Nahoul agregó que, independientemente de las razones por las que una mujer decide no continuar con su embarazo, el proceso de interrupción enfrenta cuestiones biológicas, hormonales, emocionales y sobre todo, sociales.

Ambas especialistas señalaron que algunos de los síntomas por los que deben buscar ayuda antes de caer en depresión o ideas suicidas son: trastornos de sueño, como pesadillas o insomnio, falta de apetito o exceso del mismo, disfunciones sexuales, apego a la pareja o problemas en la relación, miedo a hablar del tema, exceso de estrés, aislamiento, recordar sin motivo la interrupción o llorar sin motivo.

“Lo que se recomienda en primera instancia a las mujeres es hablar de lo sucedido, y las autoridades, si no cuentan con los recursos o infraestructura, deben canalizarlas a instancias especializadas”, expresó Nahoul.

Información previa

Angélica Martínez Buitrón, de la Secretaría de Salud, indicó que a quienes acuden a alguno de los centros de salud de la ciudad a solicitar información en torno al aborto legal y mantienen su deseo de practicárselo, se les informa sobre los efectos secundarios que presentarán tanto por los medicamentos, como por las cirugías que les realicen.

Por ejemplo, quienes detengan su embarazo por medio de fármacos –el médicamente indicado es el Misoprostol– se les dan los efecto secundarios de él, tales como fiebre, dolor, escalofríos y diarrea, entre algunos, que si son ignorados por las mujeres, se asustan al momento en que se manifiestan en su cuerpo, terminando en salas de urgencia de cualquier hospital.

La especialista de la Secretaría de Salud del DF dijo que el modelo de atención que ofrece la dependencia se ha podido consolidar gracias a la consejería, considerada un paso “ineludible”, en el modelo de atención a mujeres que quieren practicarse la ILE, además de ser el primero que se desencadena después de la solicitud de la mujer.

Ofrecida por el área de Trabajo Social, la consejería consiste en dar a mujeres un abanico de posibilidades en ese momento de la vida, tanto reconciliarse con el embarazo y continuar, darlo en adopción al nacer o interrumpirlo.

“Se les platica sobre las complicaciones que puede tener la interrupción, como sangrado, infecciones vaginales, o perforación uterina, y si decide de todas formas continuar, entonces les hablamos de métodos de planificación familiar”, dijo.

Sin embargo, este esquema de atención integral no lo reciben muchas mujeres que se practican la ILE en algunas clínicas privadas que, pese a tener la obligación de apegarse a los Lineamientos Generales de Operación establecidos por las autoridades, no siempre acompañan a las pacientes hasta el final del difícil momento.

“La consejería es un paso obligatorio en cualquiera de los niveles y servicios de salud”, concluyó la especialista de la Secretaría de Salud local.

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